Las empresas de alimentos en EE. UU. han enfrentado desde hace varios años problemas financieros que los han llevado a la quiebra. La razón principal es una combinación de costos operativos en aumento y cambios en el comportamiento del consumidor. Adicional a ello, el panorama macroeconómico tampoco ha ayudado, pues la inflación ha elevado los precios de ingredientes, transporte y mano de obra, afectando los márgenes de ganancia.
Por otro lado, el aumento de las tasas de interés ha encarecido el acceso al crédito, lo que dificulta la inversión y la estabilidad financiera. Pequeñas y medianas empresas han sido las más afectadas, ya que no tienen el mismo poder de negociación con proveedores ni la capacidad de absorber costos como las grandes corporaciones.
Adicional a ese escenario poco favorable, los hábitos de consumo han cambiado significativamente. Muchas personas han reducido el gasto en alimentos procesados y restaurantes debido a la presión económica, priorizando opciones más económicas o cocinando en casa.
Jugo de naranja que muchos compran está al borde de la quiebra: esto es lo que pasa
Una serie de acontecimientos climatológicos junto con problemas de liquidez están golpeando a la marca Tropicana, una popular empresa que distribuye jugos en Estados Unidos y otros países del mundo. El jugo fue creado en 1947, tras una invención de un inmigrante de Sicilia, Italia, que desarrolló un curioso proceso para congelar el jugo de naranja.
Tropicana Brands Group es la empresa propietaria de la marca, que tiene otras bebidas tipo jugo y que ha visto una reducción significativa en sus ventas. De hecho, según la publicación de servicios financieros Debtwire, los ingresos de la empresa cayeron un 4 % en el último trimestre y las ganancias de la compañía cayeron un 10 %.
Entre las causas que han impulsado las bajas cifras se encuentran los huracanes que han azotado a Florida, además de una enfermedad transmitida por insectos que han acabado los naranjales y también la variación en el comportamiento de los consumidores estadounidenses, que han optado por opciones más saludables en el mercado o por tomar jugos directamente de la fruta; evitando así los azúcares añadidos, de acuerdo con el medio estadounidense CNN.
Pese a que la línea sacó una opción de sus jugos que no cuenta con azúcar, la medida no pareció suficiente para garantizar la recuperación de la empresa, pues los consumidores también han optado por otras bebidas como té, agua saborizada, entre otros.