Durante la semana, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, había dicho que su respuesta a su homólogo estadounidense, Donald Trump, en medio de la guerra arancelaria que este había levantado hacia su país, solo iba a darse el domingo frente a su pueblo. El momento llegó y a Sheinbaum la acompañaron miles de personas. “No tenemos aranceles con ellos ni ellos con nosotros”, dijo feliz. La prudencia de la semana había cumplido su efecto.
Sheinbaum terminó utilizando ese espacio, que era originalmente para contestarle al presidente norteamericano, para celebrar un acuerdo con el republicano para retrasar la entrada en vigor de las medidas comerciales hasta el 2 de abril.
En su discurso, Sheinbaum se declaró optimista sobre un arreglo que blinde definitivamente el tratado de libre comercio entre Estados Unidos, Canadá y México, el T-MEC, que recibiría un golpe demoledor si Washington acaba imponiendo impuestos arancelarios del 25% a sus dos socios comerciales.
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“Somos optimistas porque ese día (...) el gobierno de Estados Unidos ha anunciado que pondrá aranceles recíprocos a todos los países del mundo”, reiteró y aclaró que en el caso de México “no se tendrían que aplicar” porque no existen en virtud de T-MEC, aseguró la mandataria izquierdista en el Zócalo de la capital, principal plaza pública del país, a donde se dieron cita unas 350.000 personas, según cifras del gobierno local.
Estados Unidos es el destino del 80 % de las exportaciones mexicanas. Originalmente, Sheinbaum, cuya popularidad ronda el 80 %, organizó este acto para anunciar las “medidas arancelarias y no arancelarias” con las que México respondería en caso de haberse mantenido las tarifas.
No obstante, el magnate republicano pausó la aplicación de la medida el jueves tras una conversación telefónica con Sheinbaum, aduciendo que lo hizo en consideración a ella.
“Nos reunimos para congratularnos porque en la relación con los Estados Unidos, con su gobierno, prevaleció el diálogo y el respeto, y fueron levantadas las tarifas”, resaltó la presidenta en un ambiente patriótico. Desde una tarima instalada frente al Palacio Nacional, sede del Gobierno, también advirtió: “No podemos ceder en nuestra soberanía, ni puede resultar afectado nuestro pueblo por decisiones que tomen gobiernos o hegemonías extranjeras”.
Trump esgrime los aranceles como un castigo a México y Canadá por tolerar, según él, la entrada de migrantes indocumentados y de fentanilo, asociado a decenas de miles de muertes por sobredosis cada año en Estados Unidos.
El papel de la presidenta de México en esta difícil coyuntura para México ha sido elogiado. “No estás sola”, corearon los asistentes al mitin bajo un intenso sol. Algunos destacaron el “temple” de Sheinbaum frente a Trump, quien ha llegado a acusar a su gobierno de estar infiltrado por el narcotráfico y promete librar una “guerra” contra los cárteles mexicanos.
“Claudia ha lidiado bien con Trump. Como ella dice, hay que tener calma y paciencia”, dijo a la AFP Perla Aquino, empleada de 45 años, en medio de banderas de México y del partido oficialista Morena. “Tiene los huevos, los pantalones para enfrentarse al magnate americano que está poniéndonos el pie (...). Espero que esto tenga consecuencias para los estadounidenses porque no tenemos por qué estar pagando sus platos rotos”, comentó a su vez Claudia Cabrera, psicóloga de 29 años.
Pese al tono amenazante de Trump frente a México, Sheinbaum agradeció la “voluntad” de diálogo de su homólogo, quien incluso la describió recientemente como una mujer “maravillosa” y prometió replicar su campaña nacional contra el fentanilo.
“Con información y diálogo respetuoso siempre podremos lograr una relación de respeto. Hasta ahora ha sido así”, afirmó la mandataria, quien, sin embargo, manifestó que los mexicanos nunca olvidarán el “zarpazo” de Estados Unidos a la mitad de su territorio durante las invasiones de 1846 y 1914.
Citando cifras oficiales estadounidenses, la presidenta reivindicó asimismo que gracias a las incautaciones realizadas en México, el ingreso de fentanilo a Estados Unidos por la frontera de 3.100 km se redujo 50% entre octubre de 2024 y enero de 2025. Sheinbaum reiteró que México seguirá cooperando para enfrentar este tráfico por “razones humanitarias” y que espera que Estados Unidos cumpla sus compromisos para controlar el tráfico de armas hacia las organizaciones criminales mexicanas.
Si bien México es un importante proveedor de Estados Unidos de productos como aguacate y tequila, el mayor impacto sería para las cadenas de producción en las plantas de los tres socios del T-MEC.
La firma británica Capital Economics explicó en un reporte que la aplicación de los aranceles anunciados por Trump conduciría a México a una recesión económica.
*Con información de AFP