Las principales agencias de transporte público del área metropolitana de Chicago, Chicago Transit Authority (CTA), Metra y Pace alertan que podrían verse obligadas a realizar recortes significativos en sus servicios si el estado de Illinois no asegura una solución de financiamiento antes de que concluya la sesión legislativa en mayo. La posible reducción, que impactaría a cientos de millas de pasajeros diarios, responde a un déficit presupuestario de 770 millones de dólares, según informaron funcionarios del sector a CBS News.
La escasez de fondos se agrava con la reducción progresiva de los recursos federales otorgados durante la pandemia de covid-19. Estos fondos permitieron a las agencias mantener la estabilidad operativa durante años marcados por la incertidumbre sanitaria y una drástica disminución de pasajeros, pero ahora están por agotarse sin que haya una fuente clara de reemplazo. Las autoridades advierten que Illinois se encuentra rezagado en comparación con otros estados en cuanto a su compromiso con el financiamiento del transporte público.
“Si no logramos identificar ese financiamiento, entonces este tipo de recortes en el servicio y aumentos de tarifas, estos escenarios, serán nuestra realidad en 2026″, afirmó Leanne Redden, directora ejecutiva de la Regional Transportation Authority (RTA), en declaraciones recogidas por CBS News.
Reducción masiva de servicios: trenes, autobuses y estaciones afectados
El impacto proyectado de estos recortes podría alterar excesivamente el sistema de transporte público en Chicago y sus alrededores. Según las estimaciones presentadas, la mitad de las líneas de tren de la CTA quedarían fuera de servicio. Además, más de 70 rutas de autobuses estarán suprimidas y más de 50 estaciones podrían dejar de operar con regularidad.
Las repercusiones no se limitarían a la ciudad. En el caso de Metra, la red ferroviaria de cercanías, se eliminarían los trenes de primera y última hora del día, afectando principalmente a los trabajadores con horarios no convencionales. Por su parte, Pace, que gestiona autobuses en los suburbios, suspendería su servicio los fines de semana y cancelaría los recorridos nocturnos en 62 rutas.
Estas modificaciones impactarían directamente a las comunidades que dependen del transporte público para llegar a sus trabajos, centros educativos, consultas médicas y otras actividades esenciales. Las agencias advierten que las medidas mencionadas no son meras hipótesis, sino el escenario previsto en caso de que no se logre un acuerdo legislativo en los próximos meses, según informó CBS News.
Legisladores bajo presión: llamado urgente para evitar una crisis regional
Las agencias CTA, Metra y Pace, junto con la RTA, exhortan a los legisladores estatales a tomar medidas antes de que la crisis se materialice. Según los funcionarios, el financiamiento estatal no solo debe cubrir el déficit estimado de 770 millones de dólares, sino también garantizar una base sostenible para el futuro del transporte público en la región.
La situación actual evidencia una excesiva dependencia de fondos federales temporales, sin que se hayan establecido mecanismos permanentes de financiamiento a nivel estatal. Esto ha dejado a las agencias en una posición vulnerable, especialmente tras años de disminución en la demanda y el aumento de los costos operativos.
El peligro de una red de transporte fragmentada, con menos frecuencias, menos rutas y una cobertura reducida, pone en riesgo el acceso equitativo a la movilidad y podría significar un retroceso en los avances hacia la sostenibilidad urbana.
Los administradores del sistema de transporte aseguraron que mantendrán informada a la población a medida que progresen las negociaciones legislativas. CBS News Chicago confirma que continuará brindando actualizaciones sobre el desarrollo del proceso y las posibles resoluciones del Congreso estatal.