El Ministerio de Educación Nacional (Mineducación) reveló recientemente que no dispone de información sobre la situación de más de 2.000 niños que se encontraban inscritos en diversos programas académicos en la región del Catatumbo, ubicada en el noreste del país.
En el marco del control político que se adelanta para la atención de las mujeres víctimas del conflicto del Catatumbo, la viceministra de Educación, Gloria Carrasco, entregó el balance de los procesos educativos de la región y los niños que están recibiendo atención en las últimas semanas.
Al momento de iniciar la grave crisis de la región, el Gobierno Nacional reportó 46.874 niños desescolarizados, de los cuales 42.000 regresaron al colegio de manera presencial y 2.741 de manera remota, además, cerca de 200 niños están siendo atendidos en alberges temporales.
Sin embargo, las instituciones del país no tienen información de 2.000 niños, los cuales no registran en albergues, ni como desplazados, ni en colegios, además, la plataforma del Ministerio de Educación no tiene información respecto de estos niños.
“Los rectores no tienen información de 2.000 niños y niñas, nosotros vamos a reunir las Secretarías de infraestructura departamental y la secretarías municipal, para hablar con cada rector y saber la información de cada niño”, destacó la viceministra Gloria Carrasco.
Esta declaración ha generado preocupación tanto en las autoridades locales como en las comunidades afectadas, dado que los programas educativos en esta región son esenciales para garantizar el derecho a la educación en una de las zonas más golpeadas por el conflicto armado y las dificultades sociales y económicas del país.
“No están estudiando, no están en los albergues, no aparecen como desplazados y necesitamos que el Ministerio de Educación nos dé respuestas inmediatas. Esto es alarmante”, señaló Luz Pastrana, representante a la Cámara por el Huila.
Según el informe emitido por ministerio, la falta de información sobre estos estudiantes se debe a la compleja situación que enfrenta la región por los intensos combates entre disidencias de las Farc y el ELN, que afectan a las poblaciones del Catatumbo, una región que ha sido históricamente marcada por la violencia y la presencia de grupos armados ilegales, lo que ha dificultado la normalización de las actividades educativas.
El Catatumbo, compuesto por varios municipios en el departamento de Norte de Santander, enfrenta grandes retos desde hace décadas en materia de infraestructura educativa, seguridad y conectividad.
La región ha sido un territorio en disputa durante décadas, lo que ha llevado a que muchas escuelas permanezcan cerradas por largos períodos o funcionen en condiciones precarias.
A pesar de los esfuerzos por parte del gobierno y las organizaciones sociales para garantizar el acceso a la educación en estas áreas, la situación sigue siendo compleja y marcada por la falta de información clara y actualizada.