En un nuevo episodio de violencia que azota al departamento de Norte de Santander, cinco personas, incluyendo una mujer y un menor de edad, fueron asesinadas este domingo en un ataque armado en el barrio Los Sauces del municipio de Ocaña. El hecho ocurrió en un establecimiento comercial abierto al público, donde sujetos en motocicleta llegaron y dispararon indiscriminadamente contra las personas que se encontraban en el lugar.
Este trágico evento se suma a una serie de masacres que han marcado el inicio del año 2025, siendo esta la número 13 en lo que va del año. La Defensoría del Pueblo ha emitido una alerta temprana (AT 026/24) en la que señala que el escenario de riesgo en la región se debe a la escalada violenta por parte del ELN, el reacomodo del EPL tras confrontaciones con el ELN desde 2018 en el Catatumbo, y las pretensiones de fortalecimiento y expansión territorial de disidencias de las Farc desde el Catatumbo hacia municipios de Santander y el sur del Cesar.
La presencia de grupos armados como el ELN, el EPL y el Frente 33 del Bloque Magdalena Medio-EMBF ha generado un clima de inseguridad y violencia en la zona. Estos grupos han intensificado sus acciones, lo que ha llevado a un aumento significativo de la violencia en los últimos meses. Las autoridades locales y el Ejército Colombiano, bajo la jurisdicción de la Segunda División, han incrementado sus operaciones en la región, pero la situación sigue siendo crítica.
La comunidad de Ocaña y otras áreas de Norte de Santander viven en constante temor debido a la impunidad y la falta de garantías de seguridad. Organizaciones de derechos humanos han llamado al gobierno nacional a tomar medidas urgentes para proteger a la población civil y prevenir más pérdidas de vidas en esta región históricamente afectada por el conflicto armado.
Todo esto se suma a lo que viene ocurriendo en Norte de Santander, donde la violenta guerra entre ELN y disidencias de las Farc ha dejado miles de personas desplazadas y un sinnúmero de asesinatos.