SEMANA: ¿Le gusta que la llamen la suegra de Armando Benedetti?
ADELINA COVO: No me gusta que me llamen así. ¿Sabe por qué? Porque yo en política fui primero que él. Fui concejal de Cartagena desde 1980, reconocida nacionalmente primero que él. Lo que pasa es que hice una interrupción en mi carrera; solo la gente joven puede decir que soy la suegra de alguien.
SEMANA: ¿Qué tanto poder tiene hoy Adelina Covo?
A.C.: Ninguno. El único poder que tengo es el de llevar mi vida como me da la gana.
SEMANA: ¿Pero qué tanto poder tiene con Gustavo Petro?
A.C.: Ninguno. Si le digo la verdad, coordiné la llegada de 500.000 votos a las urnas como coordinadora de la campaña en Bolívar y hasta ahora no he visto un gesto con el que me digan: muchas gracias. No he recibido absolutamente nada de Petro.
SEMANA: Pero tiene buena relación con el presidente.
A.C.: Tenemos buena relación, pero nunca me ha dicho muchas gracias por haber coordinado 500.000 votos y por haber perdido mis contratos con el sector privado, por haber estado en la campaña, sea porque les quitaron el contrato a quienes me contrataban, o porque no gustaban de Petro, o por lo que fuera. Perdí todo. Me quedé con mi sola pensión y lo que recibo por mi trabajo como abogada. Yo todavía ejerzo, aunque mi principal actividad es ser historiadora. Yo ejerzo como abogada, pero solo acepto cosas importantes (risas).
SEMANA: ¿Le ha reclamado al presidente por eso?
A.C.: No, ¿para qué? Yo soy de la vieja guardia. No pido, siento que a mí me tienen que reconocer.
SEMANA: ¿Usted fue la que presentó a Gustavo Petro y Armando Benedetti?
A.C.: Nunca. Me enteré de que Armando estaba en la campaña del Pacto Histórico por los medios. Él tiene su vida propia y yo la mía. Tenemos buena relación, pero no más.
SEMANA: ¿A qué se debe la fidelidad de Petro con Benedetti después de todo lo que ha pasado?
A.C.: He tenido la oportunidad de escuchar algunas conversaciones familiares y yo no creo, francamente, que Benedetti le guarde secretos a Petro. Por lo que he hablado con mi hija, y lo que le he escuchado a Benedetti en reuniones de familia, no creo en ese cuento de que le tiene secretos a Petro. El Gobierno perdió el rumbo, contaba con una cantidad de personas adentro que tenían más compromisos con su propia agenda que con la agenda de un proyecto político. Colombia sí necesita un cambio, pero no veo que se haya dado. El Gobierno ha tenido una serie de cosas importantes, indudablemente, y otras fallas, pero el Gobierno perdió el rumbo. A mí, por ejemplo, me gustó mucho el primer gabinete.
SEMANA: ¿Por qué?
A.C.: Era un gabinete de integración nacional. Me gustó mucho que estuvieran allí José Antonio Ocampo, Cecilia López, Alejandro Gaviria, son personas con una gran experiencia ejecutiva. Nadie puede decir que no son buenos ejecutores. Eso le daba madurez al Gobierno.
SEMANA: ¿Y hoy cómo ve al gabinete?
A.C.: Yo creo que Petro quiso escoger un gabinete de todas las tendencias, está bien. Hay que esperar.
SEMANA: Dice que no cree que Benedetti le tenga secretos a Petro. ¿Ni siquiera de la campaña?
A.C.: No se los tiene, yo los hubiera oído.
SEMANA: Pero en unas grabaciones, que publicó SEMANA, Benedetti habló del ingreso a la campaña de Petro de 15.000 millones de pesos.
A.C.: Armando estaba borracho el día en que envió esos audios. Tenía unos tragos adentro. De pronto estaba fanfarroneando. Yo también estuve cerca de la campaña, no al lado de ellos, sí escuchaba los chismes y runrunes internos. Y reitero: no hay secretos. El secreto que sí tiene Benedetti es él mismo, el manejo magistral que sabe hacer en ciertas situaciones. Petro sabe que tiene un compromiso con la historia. Y si el proyecto político se queda hasta el 7 de agosto de 2026, pasará muy mal a la historia. Lo que pasa es que pocas personas son tan buenas estrategas como Armando. Tiene olfato para saber con quién hay que trabajar en política.
SEMANA: En Colombia dicen que se les cree a los borrachos y a los niños.
A.C.: Pero cuando fanfarronean, no. El borracho, cuando tiene dos copas adentro, no está borracho, da para fanfarronear y decir lo que no debió. Además, Armando es malo para conseguir plata para una campaña política. Él no sabe pedirle plata a nadie. Él no sabe hacer negocios, la gente tiene una idea equivocada de él.
SEMANA: No obstante, lo están investigando por sus bienes, aparentemente, millonarios.
A.C.: Armando no recoge del suelo sus bienes, él viene de una familia con cierta prestancia. Él siempre ha tenido un buen vivir en Barranquilla, no nació pobre. Es como si me vienen a cuestionar lo que tengo, yo tampoco nací pobre. Quienes no nacimos pobres, afortunada o desafortunadamente, tenemos más posibilidades de lograr nuestras metas de manera más fácil.
SEMANA: ¿Qué tanto habla con Benedetti?
A.C.: No tanto, cuando nos vemos en familia. No tengo ningún cocheche con él.
SEMANA: ¿Y la escucha?
A.C.: Me respeta, más bien. No sé si me escucha. Los hijos son los que menos creen en uno. Nadie es profeta en su tierra. Yo no espero que dentro de mi familia me crean todo lo que digo.
SEMANA: ¿Le gustó que llegara al Ministerio del Interior?
A.C.: Me gustó. Si él empieza a manejar el proyecto político, se reeligen en 2026. Eso depende de cómo retomen el rumbo de este año y medio, así como de lo que logren ejecutar. Ese gabinete nuevo tiene una gran responsabilidad. El presidente también tiene responsabilidad con la historia del país.
SEMANA: ¿Qué tiene Benedetti que no tengan Alfonso Prada, Luis Fernando Velasco y Juan Fernando Cristo?
A.C.: Una cosa esencial: habilidad y carisma con los congresistas. Ni Velasco, ni Prada tenían, de verdad, un manejo en el Congreso. Juan Fernando Cristo, sí, pero Armando no está aspirando a la presidencia como él.
SEMANA: ¿Benedetti llegó al Gobierno Petro para sacudir a la izquierda que estaba enquistada en el Gobierno?
A.C.: Próxima pregunta (risas).
SEMANA: Susana Muhamad dijo que ella no se sentaría en el Gobierno con Benedetti, señalado por posible violencia contra las mujeres. ¿Qué sintió?
A.C.: En política, y ella está en política, son más los sapos que te tienes que tragar que los confites que te comes. Quienes hablaron en ese consejo de ministros del 4 de febrero, sabiendo que todo el país los estaba escuchando, pagaron una novatada. Esas cosas no se hablan improvisadamente ante el público. Eso no lo habla un político de verdad.
SEMANA: ¿Fueron injustos con Benedetti?
A.C.: Yo soy de las que creo que sin Armando Benedetti, después llegó Roy Barreras, Petro no habría sido elegido presidente. Cuando Benedetti llegó, todo el mundo celebró que arribara a la campaña, pero cuando compras a un jugador de fútbol tienes sus cosas buenas y las malas. Y los jugadores tienen buenos y malos días. Yo creo que Armando está en una de las mejores rachas de su vida por lo que me ha dicho mi hija.
SEMANA: A Benedetti siempre lo han señalado por violencia contra las mujeres. Usted lo conoce, ¿qué puede decir?
A.C.: Yo creo que Armando está en un proceso de rehabilitación. Cuando él regresó con mi hija, yo le pregunté a ella y me contó sobre la institución donde él estuvo en México. Me dijo que no lo hubieran dejado salir si no hubiera demostrado una rehabilitación. Yo tengo un hermano que es alcohólico anónimo y es un modelo de persona, tuvo una rehabilitación completa. Y así conozco a varias otras personas cercanas a mí. Creo que, cuando las personas pasan por ese proceso, son mejores seres humanos si se mantienen en sobriedad. Además, otra cosa: veo a mis nietos felices de tener a su papá de vuelta en casa. Y no hay nada más bonito que una familia unida. Él ha sido muy buen papá.
SEMANA: Hubo un episodio del que se habló mucho en Madrid, España, entre él y su hija, pues usted, al parecer, se vio involucrada. ¿Qué pasó?
A.C.: Próxima pregunta... Ya pasé esa página. El tema está completamente superado.
SEMANA: ¿Fue fácil superarlo?
A.C.: El tiempo pasa, las cosas pasan. Si mi hija pasó la página, para mí es fácil pasarla también.
SEMANA: ¿Cómo ve la relación de Armando y su hija actualmente?
A.C.: La veo muy bien. Mi hija es como un soporte para él, no solo emocional, él le consulta mucha cosa a ella. Es lo que he podido notar.
SEMANA: Benedetti varias veces ha hablado de sus problemas con el alcohol. ¿Qué la hace pensar que esta vez sí está rehabilitado?
A.C.: Armando estuvo casi en la cúspide cuando Petro se posesionó en la presidencia, y se cayó. Él tenía todo lo que puede llegar a aspirar un político, y se cayó. Ahí la habilidad de él, mire cómo se ha levantado y mire cómo está. Se ha terminado convirtiendo nuevamente en el apoyo del presidente. Es muy inteligente para valorar eso. No lo tirará por la borda. Por eso creo que él podrá mantenerse en la sobriedad.
SEMANA: ¿Le cree al Benedetti de hoy?
A.C.: Sí, le creo. Si mi hija le cree, yo le creo… Ella es muy inteligente, y mis nietos, reitero, están contentos.
SEMANA: Cambiando de tercio, ¿cómo ve el ascenso de Laura Sarabia en el Gobierno?
A.C.: Ella es una persona inteligente, pero uno no gobierna con inteligencia; se gobierna con experiencia, y ella no la tiene. Vamos a ver, de pronto resulta una genio en la Cancillería, pero todos los errores que cometió en el Dapre al lado del presidente son muchos. ¿Cuáles eran los errores? Cercar al presidente. Una vez llegué a la Presidencia y había una puerta de seguridad. Antiguamente, cuando uno visitaba el Palacio de Nariño, aprovechaba e iba a todas las oficinas a hacer lo que tenía pendiente. Y ahora me quitaban hasta el celular. ¿Cuándo me habían quitado el teléfono para entrar al palacio presidencial? Nunca. Laura me puso a esperar cuatro horas, y en dos oportunidades. Esa como que era su medida. Nunca nadie antes me había puesto a esperar, porque ese es uno de los sitios donde más valoran el tiempo. Es que, para desempeñar ciertos cargos, se necesita experiencia y mucha madurez.
SEMANA: ¿Sarabia la puso a esperar porque usted era la suegra de Benedetti?
A.C.: No, era para darse importancia.
SEMANA: Usted conoce a Laura Sarabia desde hace varios años, antes de la presidencia.
A.C.: Claro, la conocí cuando estaba en la oficina de Benedetti. Él la tenía como una persona muy eficiente y le dio su nivel. No entiendo por qué se rompió esa relación, porque Armando siempre tuvo una especialidad impresionante con ella, hablaba siempre superbién de ella, la tenía en una especie de pedestal; también mi hija. En la campaña me acuerdo una vez que Petro llegó a Barranquilla y me dijeron que Laura comía de no sé qué manera, que había que tenerle tal cosa. Por eso me extrañó mucho lo que pasó con Armando.
SEMANA: ¿Siempre le generó confianza?
A.C.: (Risas) Próxima pregunta.
SEMANA: Sarabia, ministra de Relaciones Exteriores. ¿Usted la hubiera nombrado ahí?
A.C.: Ese no es el perfil en el que yo pensaría para ese cargo. Uno de los perfiles que más me ha gustado es el de Carolina Barco.
SEMANA: ¿Cómo está la relación de Laura Sarabia y Armando Benedetti?
A.C.: Yo había escuchado que esa relación estaba en proceso de recomposición, que estaban bien, pero la escuché dar unas declaraciones en un medio de comunicación y no fueron muy amigables.
SEMANA: Si pudiera mover a otros ministros del Gobierno, ¿a quién sacaría?
A.C.: Los cambios han sido buenos. Es una lástima Francia Márquez, quien ha perdido el norte completamente. Ella era como una reserva. Yo, por ejemplo, nunca la quise como vicepresidenta. Si me hubieran puesto a escoger a la vicepresidenta, me hubiera inclinado por una persona como Cecilia López; ella me hubiera gustado porque le cabe el país en la cabeza. Francia ha desperdiciado un capital político que tenía, que era muy grande, porque sacó casi 800.000 votos, aunque medio millón eran del Polo Democrático.
SEMANA: ¿Por qué ha desaprovechado ese papel?
A.C.: Porque no ha sabido integrarse al Gobierno. No es el presidente quien se debe integrar al vicepresidente, es al revés. Acuérdese del Gobierno de Ernesto Samper cuando Humberto de la Calle, su vicepresidente, no se pudo integrar al Gobierno. Fíjese que él renunció y lo reemplazó Carlos Lemos, quien entró integrado y eso fue muy bueno para la recta final del Gobierno. Yo creo que de pronto a Francia le ha faltado experiencia y madurez política.
SEMANA: ¿Cree que Francia Márquez debería renunciar a la Vicepresidencia?
A.C.: Yo creo que sí, ya no hace nada ahí. Si ya no es ministra de la Igualdad, pues ella misma dijo que no había ejecutado nada, no veo ni para qué sigue de vicepresidenta. Debería salir buscando su propia renovación. Lo que más le convendría sería salir del Gobierno, y más ahora que está hablando en contra del Gobierno. Mire, el audio que ella envió en el que advertía sobre amenazas en su contra era tan absurdo que yo creía que era producto de la inteligencia artificial.
SEMANA: Por otro lado, ¿le gusta más el papel de Verónica Alcocer luciéndose o el de ahora, casi desaparecida?
A.C.: Siguiente pregunta.
SEMANA: ¿El petrosantismo existe?
A.C.: Sí, nadie lo dice públicamente, pero sí, Juan Manuel Santos ha estado en el Gobierno a través de terceras personas, entre ellas Alfonso Prada, Alejandro Gaviria, Mauricio Lizcano, Roy Barreras.
SEMANA: Tiene un canal de YouTube, ¿cómo se llama?
A.C.: Comenzamos con un modesto canal en YouTube llamado Historias de Adelina. Hoy somos una comunidad de redes, estamos en todas las redes sociales, somos más de 400.000, entre suscriptores y seguidores, y lo que busco es dejar un legado a las nuevas generaciones, porque hoy no se enseña historia en los colegios.