OpenAI ha presentado una contrademanda contra Elon Musk en un tribunal federal de California, acusándolo de competencia desleal e interferencia en sus relaciones comerciales con clientes e inversores.
Esta nueva acción legal intensifica el enfrentamiento judicial entre el creador de ChatGPT y el empresario multimillonario que fue uno de los impulsores iniciales de la startup hace más de una década.
La contrademanda fue interpuesta el miércoles como respuesta a la demanda presentada anteriormente por Musk, que se perfila para ir a juicio con jurado en 2026.
Musk, actual CEO de Tesla y fundador de la firma de inteligencia artificial xAI, acusa a OpenAI de haber traicionado sus objetivos fundacionales como organización sin fines de lucro.
La génesis del conflicto: de aliado a adversario
Elon Musk, además de ser uno de los primeros financiadores de OpenAI, ha expandido su influencia a través de múltiples compañías, incluidas SpaceX, X (antes Twitter) y Tesla.
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El magnate inició acciones legales contra OpenAI y su director ejecutivo, Sam Altman, hace más de un año, bajo el argumento de que la empresa había abandonado su misión original de desarrollar inteligencia artificial en beneficio de la humanidad.
En marzo pasado, una jueza federal rechazó la petición de Musk para impedir que OpenAI opere como una entidad con fines de lucro, aunque abrió la puerta para un juicio expedito que examine sus alegaciones.
Inicialmente previsto para finales de 2024, el proceso ha sido pospuesto hasta marzo de 2026.
La “oferta simulada” de Musk y las acusaciones de OpenAI
En la contrademanda más reciente, OpenAI señala que Elon Musk orquestó una “oferta simulada” en febrero pasado para adquirir una participación mayoritaria en su organización.
La propuesta, valuada en 97.400 millones de dólares, fue descrita como una estratagema inspirada en una referencia literaria: el personaje 974 Praf de la novela de ciencia ficción Look to Windward del autor escocés Iain Banks.
Musk, conocido por su afición a la obra de Banks, también ha nombrado a algunas de sus naves de SpaceX con nombres tomados del mismo universo literario.
OpenAI aseguró que “reconoció la oferta como una finta”, pero que aun así se vio obligada a desviar recursos internos para atender la propuesta, lo que causó perjuicios directos a la empresa. Según el documento legal, OpenAI sufrió daños a raíz de “la campaña ilegal de acoso, interferencia y desinformación de Musk”.
La respuesta del equipo legal de Musk
Ante las acusaciones, el abogado de Elon Musk, Marc Toberoff, respondió por correo electrónico defendiendo la validez de la oferta.
“Si la junta directiva de OpenAI hubiera considerado genuinamente la oferta, como estaban obligados a hacer, habrían visto lo seria que era”, afirmó Toberoff.
Además, añadió: “Es revelador que tener que pagar el valor justo de mercado por los activos de OpenAI supuestamente ‘interfiere’ con sus planes de negocios”.
Mientras el caso avanza hacia un juicio en 2026, la disputa entre Musk y OpenAI continúa marcando un capítulo tenso y complejo en la historia del desarrollo de la inteligencia artificial, con implicaciones que podrían alterar el equilibrio entre innovación tecnológica y control corporativo.
*Con información de AP.