Organizadores del fallido Jamming Festival, a pagar millonaria multa: cláusulas abusivas y omisión de información

En pocos días se completan dos años del fallido Jamming Festival, un festival de música que estaba programado para los días 19, 20 y 21 de marzo de 2022 y que dejó a muchos fanáticos de la música con un sabor amargo y una ilusión que nunca se cumplió. Tras meses de anuncios con un cartel de artistas de talla mundial, los organizadores sorprendieron a los asistentes con la cancelación del festival tan solo horas antes de la apertura de puertas anunciada.

De acuerdo con la organización del festival, la razón eran motivos de fuerza mayor. Pese a ello, con el paso de las horas se conoció que hubo problemas financieros e incumplimientos con proveedores y artistas, además de la falta de algunos permisos obligatorios para la realización del festival. Esto tomó por sorpresa a miles de asistentes que además de haber comprado boletas, ya habían reservado hoteles, hospedajes e incluso habían adquirido paquetes turísticos.

Pese a que muchos de los asistentes al festival demandaron a los organizadores, exigiendo de vuelta el dinero invertido en las entradas, lo cierto es que muy pocos obtuvieron respuesta y su dinero de vuelta.

Ahora, luego de más de 600 días, se conoció una decisión de una autoridad colombiana en contra de los organizadores. Este 17 de marzo, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) anunció la imposición de una millonaria multa contra la sociedad Buena Vibra Eventos EU (Buena Vibra), la cual habría adelantado una serie de actuaciones que habrían vulnerado los derechos de los consumidores en el marco del festival musical.

La multa que deberán asumir es de $ 487.771.648, por haber incurrido en conductas sancionatorias como el no suministro de información oportuna sobre el aplazamiento del evento, pues evidenciaron que mientras la sociedad tenía publicado en su página web un parte de tranquilidad sobre la realización del espectáculo, los consumidores se enteraron del aplazamiento del evento faltando un día para su realización, a través de las noticias publicadas en distintos medios de comunicación. Sin embargo, no recibieron una comunicación directa a través de los canales estipulados.

Por otro lado, la SIC indica que los realizadores del evento suministraron información confusa, insuficiente, inoportuna e imprecisa sobre los artistas que se presentarían en el evento. Pudieron verificar que aunque estaba confirmada la cancelación de la presentación de algunos artistas, estos seguían incluidos dentro del anuncio dado a conocer a los consumidores mediante la página web de la investigada, hasta el último momento.

Uno de los hechos graves fue que los organizadores no habrían obtenido y habrían omitido la difusión del código Pulep, que es un código oficial asignado al espectáculo público de las artes escénicas y cuya solicitud es obligatoria. Su propósito es regular la venta de boletería y garantizar la transparencia en la organización de eventos.

La SIC afirma que la sociedad mencionada habría empleado cláusulas abusivas dentro de los contratos de adhesión dispuestos para la venta de boletería del evento. “Buena Vibra incluyó algunas condiciones según las cuales los consumidores no podían solicitar la devolución del dinero luego de finalizada una transacción de compra en la página web o por el chat de WhatsApp, o en caso de que variara el lugar del evento o su fecha de realización”, comentan.

Finalmente, detallan que Buena Vibra también incumplió las instrucciones y órdenes impartidas por la SIC.

“La investigada tampoco remitió los documentos solicitados ni informó las medidas que adoptaría con ocasión de la cancelación del evento, ni cesó la publicidad mediante la cual anunció el evento Jamming Festival 2023, aspectos que fueron requeridos por esta autoridad con el fin de evitar que se extendiera el daño causado a los consumidores”, indican.