Mujeres en juntas directivas: consulte más de 600 perfiles

En la última década, la participación de mujeres en juntas directivas en Colombia ha crecido, pero aún sigue siendo baja. Según Alexander Guzmán, codirector del Centro de Estudios en Gobierno Corporativo (CEGC) del Colegio de Estudios Superiores de Administración (CESA), en 2018, tan solo el 15 por ciento de los puestos en juntas directivas de empresas eran ocupados por mujeres; para 2024, la cifra aumentó a 23,1 por ciento. “Es un avance significativo, pero insuficiente en un entorno en el que los hombres siguen representando el 77 por ciento”, afirma.

Para contrarrestar esta brecha, en 2018, Guzmán y su colega María Andrea Trujillo lideraron una investigación que evidenció la baja participación femenina en juntas directivas de grupos económicos en Colombia. Como resultado, crearon un programa académico que ha formado a 880 mujeres en el país y ha expandido su impacto a México.

Uno de los mayores retos identificados en el proceso fue el de la poca visibilidad de las mujeres. Las empresas argumentaban, relata Guzmán, que desconocían dónde podían encontrar mujeres capacitadas para ocupar estos cargos. “En 2020, durante la vicepresidencia de Marta Lucía Ramírez y la gestión de Gheidy Gallo como Alta Consejera Presidencial para la Equidad de la Mujer, se promovió la incorporación de más mujeres en juntas directivas. Sin embargo, tras enviar cartas a 3.000 compañías y contactar a 200 universidades en busca de egresadas destacadas, la respuesta fue mínima”, agrega.

Fue así como el CEGC y Women in Connection crearon un banco de hojas de vida. Inició con 60 perfiles y hoy cuenta con más de 600 de mujeres altamente calificadas, con experiencia en altos cargos corporativos y formación en posgrados, muchas de ellas bilingües y con trayectorias destacadas en múltiples sectores. El banco funciona sin fines de lucro ni costos para las mujeres o las empresas, y funciona como un puente entre la oferta y demanda del talento femenino en el ámbito corporativo y empresarial.

El impacto es notable. Con más de 400 consultas realizadas, ha facilitado la vinculación de 57 mujeres a juntas directivas, 39 en juntas asesoras, cinco a comités de apoyo a juntas y seis han asumido cargos de alta dirección y C-Level. Empresas como Carvajal, Grupo Éxito, Davivienda, BBVA Colombia y Construcciones El Cóndor, así como fundaciones sin ánimo de lucro, han encontrado talentos por medio de este banco.

A pesar de que la participación de mujeres en juntas directivas ha aumentado, aún falta mucho por lograr. El año pasado, por ejemplo, el crecimiento de su participación fue menor. “En 2024, perdimos el impulso y la desaceleración fue marcada. Esto tiene dos razones: la reconfiguración del GEA y la modificación que hizo el Gobierno de las juntas directivas”, dice María Jimena Escandón, socia fundadora de Orza Relacionamiento Estratégico, firma que acompaña esta iniciativa.

Una campaña en la que los hombres se vuelven aliados

Por esa razón, este año, el CESA, por medio de su proyecto de mujeres en juntas directivas, Women in Connection; el Club del 30%, y Orza, acaban de lanzar la campaña #JuntosPorLasJuntas, que invita a las empresas a consultar el banco de hojas de vida que administra el CEGC.

Desde finales de febrero, está desarrollando distintas acciones: mandando cartas a las empresas para que conozcan el banco de hojas de vida, compartiendo a través de redes sociales las visiones de mujeres líderes sobre el tema e invitando a hombres líderes creyentes de la filosofía del proyecto que se unan a través de mensajes en video para distribuirlos en redes sociales.

Están presentes, entre otros, Roberto Moreno, presidente de Amarilo; Felipe Bayón, expresidente de Ecopetrol y miembro de varias juntas directivas; Jaime Alberto Upegui, expresidente de Scotiabank Colpatria y miembro de varias juntas directivas; Alejandro Linares, exmagistrado de la Corte Constitucional; Nicolás Uribe, expresidente de la Cámara de Comercio de Bogotá, y Javier Díaz, expresidente de Bancoldex.

“Los hombres aliados son muy importantes porque equilibran la conversación. No es una conversación de histeria o polarización, sino una conversación técnica y tranquila que invita a que Colombia pueda tener una participación más equitativa e igualitaria en juntas directivas, en condiciones de igualdad y meritocracia. No estamos hablando de discriminación positiva. Hay una subrepresentación de las mujeres y está comprobado que, entre más diversidad haya en la toma de decisiones, mayor competitividad”, puntualiza Escandón.