Opinión

Robots, vehículos autónomos y drones con IA: claves para potenciar el agro colombiano

El 40% de los territorios de Colombia son aptos para la agricultura, pero seguimos dependiendo de métodos tradicionales con baja eficiencia y altos costos. La robótica y la automatización son las herramientas que nos permitirán conquistar el mercado.

Yina Adriancy Parra
17 de marzo de 2025, 2:10 p. m.
Robótica y tecnología para el campo colombiano
Este robot industrial de seis ejes hace más eficientes las tareas agrícolas, como el cultivo de hortalizas y frutas /Foto: cortesía School de KUKA Iberia en Barcelona | Foto: School de KUKA Iberia en Barcelona

Colombia es un país agrícola. La tierra ha sido nuestro sustento, nuestra historia y nuestra identidad. Es necesario aprovechar aún más los desarrollos tecnológicos como alternativas para garantizar la seguridad alimentaria, contrarrestar el cambio climático, combatir la escasez de mano de obra y la demanda creciente de alimentos.

​La robótica es uno de ellos. Su integración en la práctica de las tareas agrícolas ha trazado una alternativa que responde a las necesidades de transformación al introducir maquinaría y tecnología que hace el trabajo agrario mucho más eficiente en cada una de sus etapas productivas. Por ejemplo:

1. Recolección: utilizando robots llamados “robocrop” que recolectan frutas. Una solución que utiliza inteligencia artificial para identificar y cosechar frutos maduros con precisión, operando continuamente sin detenerse. Una tecnología fabricada por la empresa británica Fieldwork Robotics.

2. Tractores: no es lo mismo operar un tractor que controlarlo, la autonomía de este tipo de vehículos permite a los agricultores gestionar cultivos de manera eficiente, al aplicar pesticidas y fertilizantes de forma precisa, reducir costos y mejorar los rendimientos. ​

3. Detección de enfermedades: Kubota, una marca japonesa de vehículos agrícolas, ha desarrollado tecnología de inteligencia artificial capaz de detectar enfermedades en cultivos y aplicar tratamientos focalizados, optimizando el uso de recursos y mejorando eficazmente la salud de las plantas.

4. Deshierbe: esta labor tan operativa está siendo rechazada cada vez más por miles de personas, no obstante su necesidad sigue vigente. Empresas como Carbón Robotics han creado robots con láseres para eliminar maleza de manera eficiente, que reducen la necesidad de herbicidas químicos y promueven prácticas agrícolas más sostenibles. ​

5. Sistemas de siembra automatizada: investigaciones conjuntas entre la Universidad Autónoma Chapingo y el CIMMYT han llevado al desarrollo de vehículos semiautomáticos para la siembra de maíz. Así se mejora la precisión y se contribuye a una agricultura más eficiente.

Al reflexionar sobre estas innovaciones, se pone en el centro a la automatización, resolviendo retos actuales importantes de la industria agraria como la mano de obra, costos y sustentabilidad. Sin embargo, existe una pregunta fundamental a la hora de adoptar estos desarrollos: ¿cuáles tecnologías son necesarias para las necesidades del agro colombiano?

El 40% de los territorios del país son aptos para la agricultura, pero seguimos dependiendo de métodos tradicionales con baja eficiencia y altos costos. La robótica puede marcar la diferencia en nuestra productividad agrícola si se masificaran soluciones como:

  • Robots cosechadores capaces de identificar y recolectar frutas con precisión milimétrica para reducir pérdidas y maximizar la producción.
  • Drones con inteligencia artificial que analizan la salud de los cultivos en tiempo real, permitiendo riegos y fertilizaciones inteligentes.
  • Vehículos autónomos para la siembra y recolección para reducir la dependencia de mano de obra estacional y mejorar la eficiencia operativa

Según el Índice Global de Innovación 2023, Colombia ocupa el puesto 63 entre 132 economías en términos de innovación, mostrando avances en tecnología pero con brechas en inversión en I+D (investigación más desarrollo) donde solo el 15% de las empresas agrícolas en Colombia han implementado tecnologías avanzadas en su producción, lo que pone al 70% de los agricultores dependiendo de métodos manuales, aumentan costos y reducen competitividad.

Lo más relevante es entender que los países que han invertido en automatización agrícola han visto un aumento del 40% en productividad y una reducción del 25% en costos operativos. Solo hay un camino por seguir: la innovación, que nos llevará a vivir la nueva era del agro.

En Colombia hay oportunidades inmensas que podemos abordar con modelos de financiamiento y leasing de tecnología agrícola, capacitación para que los agricultores aprendan a operar y aprovechar estas herramientas. Alianzas entre gobiernos, empresas y universidades para acelerar la adopción.

Si algo he aprendido en el acompañamiento a empresas a trabajar con las máquinas, es que la innovación no es exclusiva de la tecnología. Es una forma de pensar, de actuar, de ver el mundo. El futuro de la agricultura en Colombia dependerá de nuestra capacidad de innovar, quienes adopten estas herramientas hoy, serán los líderes del mercado.

Yina Adriancy Parra, directora de Desarrollo de Negocio en México y Latinoamérica, LMGroup