Donald Trump: los cuatro puntos clave de su discurso frente al mundo, explicados por un internacionalista

“El discurso de posesión del presidente Trump no fue una sorpresa, fue un discurso en el que fue soltando ideas, sin concatenarlas entre sí, sin explicar cuál sería el mecanismo o procedimiento para poder ejecutar esa seguidilla de ideas que fueron parte de sus promesas de campaña que, aunque populares para sus votantes, son de difícil o imposible cumplimiento en la realidad del ejercicio del poder; a menos, claro está, que actúe en contra de la normativa existente o con la paciencia para poder llevar a cabo las reformas legislativas necesarias.

Además, era previsible en la medida que, desde su primer mandato, mostró su talante proteccionista, buscando un beneficio exclusivo para los Estados Unidos. En este sentido, vimos como menospreció las instituciones internacionales, limitando fuertemente los recursos y dejando de apoyar programas de cooperación. Esto le abrió la puerta a otros Estados como Rusia y China para tomar esos espacios que Estados Unidos fue dejando en su momento.

En lo relativo a su visión internacional, se centró en cuatro puntos: 1) Renombrar el Golfo de México, 2) Aumento de aranceles a las importaciones de algunos países, 3) Recuperar el Canal de Panamá y 4) El envío de militares a la frontera sur para repeler el ingreso de migrantes. Frente a estos puntos, llamó mucho la atención que no haya hecho referencia ni a Groenlandia ni a Rusia.

Veamos rápidamente cada uno de los puntos:

1- Renombrar el Golfo de México:

El presidente Trump sostuvo que el Golfo pasará a llamarse “Golfo de los Estados Unidos de América”. Sin duda esto desconoce la geografía y la historia de Norteamérica y de la razón por la que se llame “de México”, además es una decisión en la que prima el ego sobre la razón y que no modificará en nada lo que es un Estado como los Estados Unidos, en cambio, sí genera molestias en las relaciones con los vecinos y con la región.

2- El aumento de aranceles:

El presidente Trump se refirió al aumento de Aranceles para beneficiar y “enriquecer” a los ciudadanos estadounidenses. Es una de esas frases grandilocuentes que difícilmente podrá hacer realidad. En primer lugar, no podrá hacerla realidad porque el vínculo entre el pretendido mal y la consecuencia buscada no tienen ningún efecto entre sí. En aras de la discusión podemos suponer que Estados Unidos ha sido víctima y que hay Estados que se han aprovechado de los bajos aranceles que pueden tener. Sin embargo, aumentar los aranceles no tiene como efecto directo el beneficio de los nacionales estadounidenses. En cambio, lo que sí va a suceder es que habrá un proteccionismo que va a perjudicar a los consumidores que se van a encontrar frente a unos precios que con un mercado abierto no son competitivos.

3- Recuperar el Canal de Panamá

En este punto, nuevamente, el presidente Trump lanza acusaciones sin presentar las pruebas de la veracidad de lo que afirma. Sostiene Trump que Panamá ha incumplido el tratado con Estados Unidos, pero no dice cuáles son esas actuaciones. Se trata de un discurso fácil y efectista para sus seguidores que le creen todo lo que dice. Si Trump efectivamente quiere recuperar el Canal estaríamos frente a una situación muy grave en la que se estaría violando la soberanía de un Estado, en la medida que el Canal se encuentra en tierras panameñas y, aunque fue una condición para el reconocimiento de Panamá, Estados Unidos lo devolvió con el Acuerdo Torrijos – Carter. Es decir, que hay un tratado en el que Estados Unidos acepta devolver lo que nunca debió ser suyo. Sin duda, muy preocupante la visión que tiene el actual mandatario sobre la historia del Canal, y más complicado aún que lo quiera recuperar.

4- El envío de soldados a la frontera sur para frenar el ingreso de migrantes irregulares (ilegales, dice Trump).

En este tema creo que hay varios puntos que son sensibles y que puede resultar en un rotundo fracaso de la política del presidente Trump. En primer lugar, el hecho de enviar soldados, para Estados Unidos los cuerpos militares se usan exclusivamente fuera de los Estados Unidos, es muy raro ver a un soldado en las calles de una ciudad. Los militares están entrenados para la guerra, no para vigilar las fronteras del ingreso de personas que buscan llegar a Estados Unidos, buscando un mejor futuro para ellos y sus familias. Esperemos no tener que lamentar abusos cometidos por las fuerzas armadas en contra de niños, mujeres, ancianos y, en general, de personas que solo buscan un mejor futuro y que se encuentran en una posición de inferioridad total frente a unos soldados que han sido entrenados para la guerra.

Así mismo, el control de una frontera, tan extensa como los es la frontera entre México y Estados Unidos, es muy difícil, por lo que creo que difícilmente habrá buenos resultados frente al flujo migratorio.

A modo de conclusión, este discurso de posesión, en el que se sumaron muchas ideas sueltas, marca una hoja de ruta muy difícil de cumplir y algunos de sus electores seguramente se sentirán defraudados, pero la mayoría seguirá adorando a su líder en medio de más discursos fuertes y agresivos, pero sin fondo ni soluciones reales a las problemáticas que un jefe de Estado debe resolver.

Amanecerá y veremos”.

Texto escrito por Ricardo Abello Galvis, profesor de Derecho Internacional de la Universidad del Rosario.