CBP advierte sobre el incremento de licencias falsas en Estados Unidos: por qué ocurre esto

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos emitió una alerta tras incautar 984 licencias de conducir falsificadas entre el 21 y el 26 de enero en la Instalación de Correo Internacional del Aeropuerto Internacional O’Hare.

Este incremento coincide con el inicio del semestre de primavera en muchas universidades, lo que ha generado un aumento en la circulación de estos documentos fraudulentos, especialmente entre estudiantes universitarios menores de 21 años.

Según LaFonda Sutton Burke, directora de operaciones de campo de la oficina de Chicago, los adultos jóvenes que aún no cumplen la edad legal para consumir alcohol recurren con frecuencia a licencias de conducir falsificadas.

Estos documentos se utilizan principalmente para ingresar a bares y otros establecimientos que venden alcohol, lo que compromete tanto la seguridad de los jóvenes como el cumplimiento de la ley.

La CBP señaló que estas licencias falsas, a menudo ocultas dentro de objetos como cargadores de computadoras portátiles o espejos plásticos, presentan deficiencias en su diseño, como la falta de detalles en las líneas finas. Además, no están respaldadas por agencias oficiales y no son reconocidas como una identificación válida en Estados Unidos.

El incremento en la demanda de estas licencias responde a factores cada vez más complejos. Sutton-Burke advirtió que la falsificación de documentos no solo es un delito en sí mismo, sino que también está vinculada a crímenes de mayor escala.

“Elaborar estos documentos sin la debida autorización y supervisión es ilegal”, señaló. “Las identificaciones falsas están relacionadas con el robo de identidad, el tráfico de personas y la financiación del crimen organizado”.

Actualmente, solo dos entidades están autorizadas por el Departamento de Estado para emitir licencias de conducir internacionales: la American Automobile Association (AAA) y la American Automobile Touring Alliance (AATA).

La CBP afirmó que sigue trabajando para interceptar estos documentos ilegales y colabora con la Unidad de Análisis de documentos fraudulentos y otras agencias federales para minimizar el riesgo de que caigan en manos equivocadas.