Nación
Bloqueos en la vía Panamericana asfixian al suroccidente colombiano: comerciantes reportan millonarias pérdidas
La vía Panamericana cerró el año 2024 con 55 bloqueos de comunidades indígenas y campesinos. Las pérdidas en departamentos como Cauca y Nariño fueron millonarias. La industria no aguanta más.

La vía Panamericana, una arteria fundamental para la comunicación y el comercio entre el centro y el suroccidente de Colombia, atraviesa una de las situaciones más críticas en su historia reciente. Durante el año 2024, esta carretera registró 55 bloqueos intermitentes, afectando gravemente la economía del Cauca y de otros departamentos vecinos como Nariño, Valle del Cauca, Putumayo y Huila.
Estos bloqueos, llevados a cabo principalmente por comunidades indígenas, campesinas y otros actores sociales, han generado pérdidas económicas cuantiosas. Cada día de bloqueo afecta a aproximadamente 3.000 vehículos de carga mensuales, que movilizan en promedio unas 23.000 toneladas diarias. Esto se traduce en pérdidas acumuladas de 295.000 millones de pesos en lo corrido del año. Además, la productividad de los transportadores se ve severamente reducida, afectando la competitividad nacional e internacional de Colombia
El Cauca, históricamente golpeado por el conflicto armado y la falta de desarrollo, enfrenta ahora un nuevo desafío: la inseguridad en sus carreteras. La presidenta ejecutiva de Colfecar, Nidia Hernández, resalta que la vía Panamericana no cuenta con una ruta alterna, lo que agrava la situación.
“Es una vía neurálgica que conecta departamentos como Putumayo, Nariño y el Cauca con el resto del país. Además, es el corredor por excelencia para el comercio exterior con Ecuador. Las comunidades conocen este impacto y utilizan los bloqueos como herramienta de presión al Gobierno, conscientes de que no hay alternativas de tránsito”, señala Hernández. De acuerdo con Fenalco Nariño, entre 10.000 y 15.000 millones de pesos se pierden con cada día de bloqueo sobre la vía Panamericana. De acuerdo con Alfredo Buchelli, director de Fenalco Nariño, la problemática se agudiza debido a que no existe posibilidad alguna de evacuar los diferentes productos de la región, entre los que se destacan algunos, como la papa.
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Resaltó que una de las preocupaciones es el efecto de los bloqueos en el bolsillo de la gente, con el aumento en los precios de los productos. “Es preocupante que Nariño tenga una inflación superior al resto del país”, explicó.
Por su parte, Arturo Ortega, presidente del Consejo Gremial y Empresarial de Nariño, afirmó que durante 2024, los bloqueos se generaron con una mayor frecuencia, lo cual ha incidido en la dinámica económica del departamento.

Con los cierres de la vía Panamericana, otro de los productos que también se ve afectado en su distribución es el combustible, debido a que el transporte se realiza de manera terrestre, pues no existe un poliducto que permita abastecer a dicho territorio. Además de los bloqueos, los transportadores enfrentan altos niveles de inseguridad. “En lugares como El Bordo, los vehículos son desviados hacia vías rurales, donde son víctimas de extorsión. Esta situación aleja la inversión en el departamento y genera un clima de miedo que afecta a toda la cadena de abastecimiento”, añadió Nidia Hernández.
El impacto económico en el sector productivo
El sector gastronómico del Cauca ha sido uno de los más afectados. Marta Lucía Cerón Pino, vicepresidenta de la junta directiva de Acodres Cauca, reporta una disminución del 70 % en las ventas en comparación con años anteriores.
“No solo enfrentamos caídas en ventas, sino también aumentos en los costos de los insumos. Las mercancías no llegan, los valores de los fletes suben, y nuestra ciudad, que depende en un 70 % del comercio y el turismo, se encuentra completamente paralizada”, afirma Cerón.
En el ámbito nacional, las pérdidas por bloqueos en 2024 ascienden a 4,6 billones de pesos, con un aumento del 29 % en las horas perdidas en comparación con 2023. Esta situación impacta sectores como transporte, agropecuario, industrial, comercio y turismo, afectando directamente a la competitividad del país.
Ante este panorama, diversos sectores económicos y sociales han hecho un llamado urgente al Gobierno nacional para que declare a la vía Panamericana como sujeto de derechos. Esta figura jurídica permitiría garantizar su libre tránsito y evitar bloqueos bajo cualquier circunstancia.
“Es la única solución viable. Si la Panamericana es declarada sujeto de derechos, se crearían herramientas legales para proteger esta arteria vital. El sector turismo, el comercio y la industria dependen de su movilidad”, enfatiza Cerón.
Nidia Hernández coincide: “Es necesario que el Ministerio del Interior actúe con mayor rapidez y eficacia para evitar estos bloqueos, que no solo afectan al Cauca, sino a toda la economía nacional. La estrategia del diálogo debe complementarse con acciones preventivas para que los bloqueos no se sigan repitiendo”.
La situación en la vía Panamericana refleja una crisis estructural que requiere soluciones urgentes. Los bloqueos no solo afectan la economía, sino también la confianza en las instituciones y la capacidad del Estado para garantizar el orden y la seguridad en sus carreteras.

La declaración de la vía Panamericana como sujeto de derechos sería un primer paso para enfrentar esta problemática, asegurando la movilidad en una región clave para el desarrollo económico y social del país, señalan expertos. Sin medidas contundentes, el impacto de estos bloqueos seguirá aumentando, poniendo en riesgo no solo la economía del Cauca, sino la estabilidad y competitividad de toda Colombia.
Bloqueos en cifras: un problema nacional
En 2023, Colombia registró 742 bloqueos en diferentes carreteras, lo que significó 9.255 horas de interrupción (equivalentes a 385 días) y pérdidas económicas de 3,6 billones de pesos. En 2024, estas cifras se incrementaron: 786 bloqueos, 11.950 horas perdidas (497 días) y pérdidas económicas de 4,6 billones. Estos datos muestran un aumento del 6 % en el número de bloqueos y un alarmante incremento del 29 % en las horas perdidas. Los departamentos más afectados por estos bloqueos durante 2023 fueron La Guajira, con 84 eventos reportados este 2024; lo sigue Bolívar, con 78 bloqueos; Magdalena, con 74; Córdoba, con 65, y Atlántico, con 49.
En 2024, el panorama cambió: Bolívar tomó el primer lugar con 99 bloqueos, mientras que Atlántico subió al segundo escalafón con 90 eventos de este tipo. El top cinco lo completan Antioquia con 63; Córdoba, con 59; y Cundinamarca, con 52.
“Estos bloqueos generan graves traumatismos económicos y sociales, afectando especialmente la cadena de abastecimiento al retrasar la llegada de materias primas a los centros de producción y la distribución de productos esenciales a sectores como: comercio, construcción y salud. Los alimentos cultivados con esfuerzo por los campesinos se descomponen en los camiones, igualmente se interrumpe el suministro de combustible a las estaciones de servicio, el gas domiciliario en algunos departamentos, el comercio exterior que se desarrolla por vía terrestre, como en el caso del intercambio entre Colombia y Ecuador que queda paralizado cuando se bloquea la vía Panamericana”, señaló Colfecar en un informe presentado al Gobierno nacional.
De igual manera, sentaron su posición sobre la estrategia del Gobierno de Gustavo Petro frente a los bloqueos: “El Gobierno ha defendido el derecho a la protesta, pero no está protegiendo los derechos de los transportadores y los demás usuarios de las vías (conductores y pasajeros de buses y vehículos particulares), quienes han sido condenados a vivir una pesadilla al caer en estos bloqueos por muchas horas e incluso días”.
Esta asociación calificó lo que está ocurriendo en la vía Panamericana y otras regiones del país como “un ciclo perverso”. Señalan que ante una necesidad no resuelta, las comunidades bloquean una vía nacional como un mecanismo de presión, los funcionarios del Gobierno nacional llegan al punto de bloqueo entre 24 y 72 horas después, se comprometen con unas soluciones para las cuales se fijan unas fechas, al pasar el tiempo no se cumple con lo prometido y por esta razón la comunidad vuelve a bloquear y el ciclo inicia nuevamente. “Se necesita que el Gobierno adopte una postura firme y estructurada frente a los bloqueos. La permisividad actual envía un mensaje equivocado a los ciudadanos, fomentando una crisis cíclica que afecta gravemente al transporte, la economía y la ciudadanía en general. Un protocolo eficaz, acompañado de acciones preventivas y correctivas, es fundamental para proteger los derechos de todos los actores”.