INVESTIGACIÓN
Exclusivo | Habla testigo estrella en el escándalo del robo de chatarra que tiene en la mira a la Alcaldía de Bucaramanga
SEMANA revela el testimonio de un testigo del presunto robo de chatarra almacenada en una bodega. Salpica al cuñado del alcalde de ser el “bendecido” y a una gestora social de quedarse con las pruebas.
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El círculo más cercano del alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, resultó salpicado en una investigación de posible corrupción cometida por uno de sus exfuncionarios más fieles: Edgardo Rodríguez Herrera, quien se proyecta como el principal testigo de la Fiscalía en el presunto desfalco de 23.442 millones de pesos de la Oficina de Alumbrado Público de la ciudad, según las estimaciones preliminares de la Contraloría local.
Rodríguez habló por primera vez con un medio de comunicación, destapó la posible olla de irregularidades y aseguró que detrás de todo el caso estarían las personas más allegadas al mandatario: su esposa, su cuñado y un exasesor. “Estamos buscando la manera de bendecir o ayudar al hermano de Paula (la esposa del alcalde), pero no sabemos cómo”, es la frase inicial que citó Rodríguez Herrera para explicarle esta historia a SEMANA. Al parecer, él recibió ese mensaje en una llamada que sostuvo con Hernán Villamizar, un destacado empresario que se ganó la confianza de Jaime Andrés Beltrán y lo acompañó en su despacho hasta enero pasado.
Aparentemente, esta conversación se retomó tiempo después: “Hernán Villamizar me llama un día y me dice: ‘Necesito que autorice sacar un material’. Le hago una pregunta clave: ‘¿Eso es para el hermano de Paula?’. Él me contesta: ‘Sí, eso es para el hermano de Paula’”.
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El historial
En ese momento, febrero de 2024, Rodríguez Herrera era asesor de la Oficina de Alumbrado Público de Bucaramanga y, entre tantas cosas, confesó que se encargó de autorizar el ingreso de funcionarios a las bodegas de la entidad y dio el visto bueno para el retiro de materiales. De acuerdo con los informes de la administración municipal y los entes de control, allí se resguardaban elementos inservibles y obsoletos del alumbrado público: postes, luminarias, reflectores y transformadores.
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Este hombre tomó posesión del cargo el 21 de febrero de 2024, pero empezó a dar órdenes en la entidad 15 días antes sin tener una relación contractual con el municipio, como reposa en las bitácoras de los guardias de seguridad en poder de la Contraloría. Su rostro era conocido en esas oficinas porque también fue empleado en la administración de Juan Carlos Cárdenas, como ingeniero electrónico entre 2021, 2022 y 2023.
A su juicio, la experiencia de esos años, más la amistad de dos décadas con el alcalde Beltrán, lo llevaron a escalar en el organigrama de la Oficina: “Fui catalogado, según el nombramiento que me dio el alcalde en una reunión frente a las cuadrillas de mantenimiento, como amigo, alguien cercano, alguien de confianza”.

El supuesto bendecido
Con base en las palabras de Rodríguez Herrera, la orden que le habría dado Hernán Villamizar en esa llamada telefónica consistía, al parecer, en autorizar el ingreso de automotores para extraer material de la bodega La Hormiga, ubicada en el barrio La Salle, bajo la supuesta coordinación de Óscar Ramírez, el hermano de la esposa del alcalde de Bucaramanga. Esa operación se habría gestionado por WhatsApp, presuntamente, entre Rodríguez y Ramírez. SEMANA tiene en su poder el contenido de las supuestas conversaciones que sostuvieron los dos hombres, entre audios, fotografías y videos, que también están en manos de la Fiscalía en la capital santandereana. En dado caso de confirmarse la veracidad de esos mensajes, podrían ser una prueba contundente en este sonado escándalo. Este medio se abstiene de divulgarlos hasta tener una verificación oficial de los mismos.
Al parecer, Óscar Ramírez nunca se acercó a las bodegas y el hombre que habría actuado en su nombre habría sido Carlos Julio Fajardo, el conductor particular que habría ingresado en repetidas oportunidades a las instalaciones para sacar material en compañía de otras personas y con la complacencia de Rodríguez Herrera. Ramírez le habría dicho a Rodríguez Herrera que Fajardo era su delegado.
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El nombre de Fajardo fue registrado en las bitácoras de seguridad de la entidad: “El señor Carlos Julio Fajardo retira viaje de lámparas dañadas sin novedad. Autoriza el ingeniero Edgardo”; “a la hora, el señor Carlos Julio Fajardo retira segundo viaje de lámparas dañadas sin novedad. Autoriza el ingeniero Edgardo”, entre otros apuntes con las mismas características. La extracción de ese material tiene fecha del 19 de abril de 2024.
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Las primeras sospechas
A Rodríguez Herrera se le terminó el contrato en esa entidad el 20 de junio del año pasado, y mientras esperaba la renovación del mismo, fue llamado por la Contraloría de Bucaramanga para que rindiera cuentas sobre el destino del material que, presuntamente, se había perdido de las bodegas. La recomendación que le habría dado un abogado de la administración, al que no identificó, es que “no fuera a comprometer nada, entendí que negara las cosas”, según le dijo a SEMANA.
Al parecer, el 31 de julio de 2024, en la primera etapa de esa conversación con la Contraloría, él esquivó las preguntas y en el segundo momento expuso todo su testimonio de manera extraoficial; para formalizar estas declaraciones fue citado a un nuevo interrogatorio en agosto de ese año.
La versión del excontratista es que esa cita llegó a oídos del alcalde Jaime Andrés Beltrán y, aparentemente, sostuvieron una reunión el sábado 3 de agosto de 2024 en las instalaciones de la emisora Radio Primavera, en compañía de la gestora social Paula Ramírez y de Hernán Villamizar: “En esta oficina yo sí noto la cara de Jaime molesto. Ellos me empiezan a preguntar qué fue lo que pasó en la Contraloría, a ellos los tenía inquietos qué era lo que yo había hablado. Yo siempre les manifesté la verdad”, comentó Rodríguez Herrera. Presuntamente, la conversación continuó de esta manera: “Jaime, molesto. Yo le decía: ‘Pas (diminutivo que usa para referirse al alcalde, quien también es pastor), no entiendo tu actitud. Entiéndame que me pasó esta situación y a mí nadie me notificó de esto. No entiendo por qué usted se comporta así, acuérdese que entre nosotros hay confianza’”.
De acuerdo con su relato, el mandatario habría cambiado de tono: “El alcalde baja y coloca su mano sobre el hombro y me dice: ‘Te voy a blindar. Se van a comunicar contigo, entonces esté pendiente’”.

Ese supuesto blindaje se habría activado el domingo 4 de agosto, cuando, a bordo de una camioneta y parqueados en un centro comercial, Rodríguez Herrera habría tenido una asesoría jurídica con Hernán Villamizar y un abogado del despacho de la Alcaldía, identificado como Diego Reyes: “Las palabras de Diego no las olvido: ‘Yo no veo nada malo, yo no veo que haya pasado nada malo, Edgardo, tranquilo, no se preocupe’”.
Una segunda asesoría, ese mismo día, según el testigo, habría ocurrido en el bar de un reconocido hotel de Bucaramanga por parte de un abogado de la Oficina de Alumbrado Público, al que identificó como Edwin. “Todo esto pasa porque ellos sabían que yo tenía citación el lunes 5 de agosto, a las 10:00 a. m., en la Contraloría”, agregó el excontratista a SEMANA.
Cita en Contraloría
Rodríguez Herrera fue al segundo interrogatorio en la Contraloría y, pese a las aparentes presiones, reafirmó su teoría y repitió los mismos nombres mencionados hasta ahora. Sin embargo, la situación habría tenido un giro inesperado en la noche de ese lunes en las oficinas de la Alcaldía de Bucaramanga, donde él habría sostenido una reunión con la esposa del mandatario, Paula Ramírez, y Hernán Villamizar.
Al parecer, Rodríguez Herrera les suministró información que aportó y la gestora social habría reaccionado de esta manera, según el testigo: “‘Edgardo, ¿usted dónde tiene todo el material de alumbrado, fotografías?, ¿en este celular?’. Ella lo revisa y me dice: ‘Muéstreme las conversaciones’. Paula usó una expresión que dice: ‘Edgardo, ¿tú me puedes dejar el celular para ver cómo nos defendemos?’. Yo manejaba en ese momento dos líneas telefónicas, yo tenía otro teléfono, y ella inclusive me preguntó por ese otro: ‘¿Y ese otro también tiene información para que me lo dejara?’. Yo le dije: ‘Este sí no tiene’”.

Con base en las palabras de Rodríguez Herrera, fue el jueves 8 de agosto cuando Hernán Villamizar le habría notificado que ellos se quedarían con el celular y le habría suministrado uno nuevo, marca Xiaomi. El supuesto “regalo” habría estado acompañado de otra notificación: ya no continuaría en la Oficina de Alumbrado Público y llegaría al Instituto de Vivienda de Bucaramanga, contrato que se extendió hasta diciembre de 2024 y no se volvió a renovar.
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Encuentro con el alcalde
Rodríguez Herrera narró que se dedicó a trabajar en la nueva dependencia y estaba atormentado por la desaparición de luminarias, por lo que repetitivamente le pidió citas al alcalde Jaime Andrés Beltrán. Un día lo recibió el mandatario junto al abogado Rodrigo Parada, que defiende al alcalde en este pleito. “Algo que me llama la atención es que Jaime me dice ese día: ‘Edgardo, usted sabe que yo no lo voy a inducir a cometer algo malo’”.

Según el excontratista, este fue el objetivo de dicho encuentro: “Yo necesitaba comentarle a él todo lo que ha venido pasando. Desde que eso pasó, y desde mis declaraciones en la Contraloría, yo no he estado tranquilo, lo puedo decir, no he podido estar tranquilo porque sé, y se lo digo acá, y no puedo ocultar que ahí hubo un robo, eso yo nunca lo puedo negar”.
En medio de esa reunión, Rodríguez Herrera le hizo una supuesta confesión al alcalde de Bucaramanga sobre el exconcejal Carlos Barajas: “Jaime, Carlos atacándote tanto y Carlos tiene un pecado que yo conozco. Yo vivo desde hace 21 años en un conjunto. En plena campaña de 2023, Barajas le hace campaña a Óscar Díaz. Yo lo llevo a mi conjunto para que hagamos reunión. Carlos Barajas allá llevó 22 luminarias para instalarlas como proselitismo político y, fuera de eso, a mí el coordinador de Alumbrado Público me entrega 5 millones de pesos para pagarles a los instaladores”.
Barajas, quien descalificó al testigo, le dijo a SEMANA que nunca ha instalado ni gestionado luminarias.
El contrato se le acabó a Rodríguez Herrera en diciembre de 2024 y no lo volvieron a renovar, pese a las insistentes peticiones vía WhatsApp al alcalde Jaime Andrés Beltrán. Al sentir un posible abandono de la administración, reiteró su disposición para aclarar la situación ante las autoridades por los riesgos de seguridad que dice tener.
El hallazgo de la Contraloría es que se habría desaparecido de las bodegas de la Oficina de Alumbrado Público un material avaluado en 23.442 millones de pesos, correspondiente a 27.102 luminarias, 758 luminarias led, 760 postes, 10.074 brazos, 431 reflectores y un transformador. A excepción de las 758 luminarias led, el resto del material estaría inservible, pero la Alcaldía de Bucaramanga no hizo el trámite administrativo para calificarlas como tal y por eso fue cuantificado por la Contraloría con “los valores promedios de compra establecidos desde 2005 a 2016, y referenciando las devoluciones de materiales realizadas por los contratistas a las bodegas”.
Hernán Villamizar estuvo vinculado al despacho del alcalde de Bucaramanga hasta el 7 de enero de 2025 y, pese a la insistencia de SEMANA, no respondió a los llamados. Lo mismo ocurrió con Óscar Ramírez, hermano de Paula Ramírez, la esposa del mandatario local. Por el contrario, ella sí contestó por medio de su equipo de trabajo y aseguró que su versión será suministrada a las autoridades competentes cuando sea requerida para ello. Mientras que el alcalde Jaime Andrés Beltrán delegó al abogado Rodrigo Parada para atender los cuestionamientos.
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Parada reconoció que el alcalde sí tuvo una cercanía con Rodríguez Herrera y que él entró a la administración municipal porque formó parte de su equipo de campaña. Frente a las supuestas reuniones que referenció el excontratista, a las que habría asistido Jaime Andrés Beltrán, la postura es que solo ocurrió un encuentro en el que el tema de conversación fue la posible desaparición de material de la Oficina de Alumbrado Público de Bucaramanga. “Una reunión que existió tenía un contexto en el que el alcalde estaba sintiendo que Edgardo lo estaba extorsionando por unos mensajes que les enviaba a él y a su esposa, pidiendo apoyos económicos. El alcalde decide grabarlo para poder denunciar esa situación”, manifestó el abogado a SEMANA.

Él compartió los mensajes que Rodríguez Herrera le envió al mandatario vía WhatsApp: “Me dirijo a usted con el ánimo de pedirle el favor de que me atienda, sé que es difícil por tu agenda. (…). Solo te pido que me ayudes a tener cerca alguno de los abogados de tu equipo de trabajo para que me pueda seguir orientando frente a esta situación que es muy incómoda para mí”; “Hola, Pas, necesito hablar contigo”; “Hola, Pas, si puedes sacarme un espacio te lo agradecería mucho, me siento intranquilo”.

En cuanto a las grabaciones que hizo el alcalde de esa reunión, se le escuchó a Rodríguez Herrera hablar de dos asuntos: la presunta instalación de luminarias en su conjunto residencial por parte de Carlos Barajas en plena época electoral de 2023 y supuestas presiones que estaría ejerciendo un veedor ciudadano para que él declarara ante las autoridades judiciales sobre lo ocurrido. Por otro lado, el abogado Parada negó la eventual participación de Óscar Ramírez, cuñado del mandatario, en la desaparición del material: “Él nunca ordenó eso. Aquí se ha pretendido mencionar a Óscar Ramírez, pero, realmente, no hay un solo mensaje de Óscar Ramírez, ni una sola presencia de Óscar Ramírez en esas bodegas”.
La teoría de la defensa de Jaime Andrés Beltrán es que habría un trasfondo político para involucrarlo: “Se ha querido utilizar una situación que no se corresponde a la realidad para poder vincular al alcalde en un tema que no tiene nada que ver. Desde hace ocho años, la Oficina de Alumbrado Público se encontraba absolutamente desorganizada y se estaban robando las luminarias. Han querido utilizar el nombre del alcalde para tapar todos los robos que se han venido presentando desde ocho años atrás”.
Uno de los argumentos del abogado Parada es que, en medio del empalme con la administración de Juan Carlos Cárdenas, no se recibió el inventario por parte de la Secretaría de Infraestructura, titular de la Oficina de Alumbrado Público, sobre el contenido de las bodegas, por lo que las cuentas no cuadran desde hace varios años y hay dudas sin resolver. En declaraciones públicas, Jaime Andrés Beltrán dijo que no hay registro de inventarios desde 2018.
Sin embargo, hay un documento fechado el 17 de diciembre de 2023 en el que un contratista de esa Secretaría dejó por sentado que las bodegas de la Oficina de Alumbrado Público estaban ocupadas al ciento por ciento y que los materiales no estaban clasificados, por lo que se complicó la valoración. Su conclusión fue que para esa temporada se contaba con 60.000 kilogramos de aluminio contaminado y 11.000 kilogramos de hierro chatarra, que hoy no están en el sitio y nadie da razón de ello. Su recomendación fue vender todo el material por 167 millones de pesos.
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La Contraloría de Bucaramanga y la Fiscalía intentan reconstruir este rompecabezas para certificar la desaparición del material y, en dado caso, establecer responsabilidades. La petición del ente de control fiscal es que rindan cuentas, en el marco de un proceso disciplinario, el exalcalde Juan Carlos Cárdenas, Jaime Andrés Beltrán y los secretarios de Infraestructura de los últimos ocho años. En materia penal, la Fiscalía tiene la lupa en el caso y está en acercamientos con Rodríguez Herrera, quien construye una matriz de colaboración con la justicia para contar y aportar pruebas de lo que sabe.