Justicia
Escándalo UNGRD: SEMANA conoció las respuestas del presidente Petro a la Corte Suprema en la investigación por compra de votos de congresistas
Mediante una “certificación jurada”, conocida por SEMANA, el presidente respondió a la Corte Suprema por el escándalo de corrupción en la UNGRD. Defendió al exministro Ricardo Bonilla.

En medio del gigantesco escándalo por el saqueo a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), que tiene respondiendo ante la Corte Suprema de Justicia, entre otros, a seis congresistas de la Comisión de Crédito Público, llegaron al alto tribunal las explicaciones del presidente de la república, Gustavo Petro, quien contestó por escrito, mediante una “certificación jurada”, las dudas sobre este caso.
En un duro cuestionario, la Corte Suprema le preguntó directamente a Petro por sus más cercanos alfiles en ese momento: los ahora exministros de Hacienda, Ricardo Bonilla, e Interior, Luis Fernando Velasco, y el exdirector del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), Carlos Ramón González. Al presidente Petro también le preguntaron por Jaime Ramírez Cobo, un nombre que ya resulta habitual en los escándalos, se trata del enlace con el Congreso, amigo personal y hasta padrino de matrimonio de la hoy canciller Laura Sarabia.
En el detallado cuestionario sobre el saqueo a la UNGRD, le preguntaron a Petro sobre las reiteradas publicaciones que ha hecho en su cuenta de X referentes a este escándalo. Además, la Corte ofreció una contundente explicación sobre la importancia de que el mandatario responda las preguntas.

“Para su información, señor presidente Petro Urrego, bajo el presente radicado (n.º 1131), la Sala Especial de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia investiga a varios congresistas por cuanto, durante el segundo semestre de 2023, presuntamente habrían acordado y aceptado dádivas, o promesas remuneratorias, de parte de funcionarios de la Rama Ejecutiva del poder público.
Esto, para que, en el marco del cumplimiento de las funciones que tenían a cargo, como miembros de la Comisión Interparlamentaria de Crédito Público, conceptuaran operaciones de crédito sometidas a su consideración por parte del ministro de Hacienda”, se lee en el documento de 11 páginas conocido en exclusiva por SEMANA.
Justamente haciendo referencia a las continuas publicaciones del presidente Petro en X, a la Corte Suprema le llamó poderosamente la atención un post que hizo el 30 de noviembre de 2024, en el que “enlaza el comunicado del señor Ricardo Bonilla González, de la misma fecha”.
La Corte se refiere a la férrea defensa de Petro a su entonces ministro de Hacienda: “Ahora el ministro es víctima de otra trampa: la que se construye entre el concepto neoliberal del marco fiscal y la actitud extorsiva de miembros del parlamento que piden cupos indicativos a cambio de aprobar unos créditos que no van a la inversión pública ni de ricos ni de pobres, sino simplemente, para pagar las deudas de Duque, endeudándose otra vez, es decir, con operaciones de rollover”.

Con el concepto de trampa, Petro estaría reconociendo que, al igual que en Gobiernos pasados, el exministro Bonilla sí habría accedido a la práctica de entregar contratos a cambio de votos en el Congreso. “Esto, que era el diario vivir de los ministros de Hacienda, y no era investigado antes, se convierte en delito ahora; en virtud de la corrupción: transforman a la víctima en victimario”, afirmó Petro.
Y agrega, reconociendo que sí se negoció con los congresistas, pero planteando como víctima de estos oscuros acuerdos al exministro Bonilla: “La ‘trampa’ de la que habría sido víctima el exministro de Hacienda, la que derivó de todas las publicaciones periodísticas, consiste en eventuales presiones indebidas por parte de miembros del parlamento, quienes demandan cupos indicativos a cambio de aprobar créditos que no se destinarán a la inversión pública, sino únicamente para pagar deudas acumuladas”.
Lo que sí es claro, además de reconocer entre líneas que el ministro Bonilla fue víctima de una actitud extorsiva a la que al parecer cedió, es que el presidente Petro marca distancia del que puede ser el escándalo más grande de corrupción de su Gobierno y sostiene que todo lo que sabe de este hecho lo conoce por los medios de comunicación.
Al preguntarle sobre esa “actitud extorsiva” de los congresistas, afirmó que la conoció “por medios de comunicación y reportajes periodísticos”. Y frente a la fecha cuando se dieron los hechos, repitió: “De acuerdo con lo que reportan los medios de comunicación, ocurrió en el segundo semestre de 2023”. Y una vez más, cuando la Corte lo cuestionó por cómo se enteró del escándalo, solo dijo: “Por medios de comunicación y reportajes periodísticos”.

Así como defendió al exministro Bonilla, rotulándolo como víctima al acceder a las solicitudes de los parlamentarios, les echó el agua a los congresistas. “En general, a los miembros del Parlamento que incurren en prácticas indebidas por fuera del relacionamiento funcional y legal entre el Congreso y el Ejecutivo”, se lee en el documento en poder de SEMANA.
Pese a la certeza de lo que llamó en reiteradas ocasiones como “actitud extorsiva” del Congreso con los funcionarios del Gobierno, al ser cuestionado directamente si sabía que los entonces ministros Bonilla y Velasco “utilizaron fondos de cofinanciación, cupos indicativos o partidas de desarrollo regional para beneficiar a congresistas y conseguir de ellos la aprobación o garantizar su intervención en trámites del Legislativo que resultaran de interés para el Ejecutivo”, la respuesta fue un tibio salvavidas, “de lo que conozco, no podría afirmar lo anterior”.
A Petro le preguntaron por el ya famoso Jaime Ramírez Cobo, mencionado en este escándalo, en el de la salud, en el de Invías y ahora en el naciente lío de entrega de notarías. Marcó una evidente distancia: “Lo conocí como parte del Dapre, como gestor institucional”; “no tenemos ninguna relación”; “fue contratado por el Departamento Administrativo de Presidencia de la República”; “tengo entendido que presentó su carta de renuncia y terminó su contrato el 31 de enero de 2024. No sé cuáles son sus funciones actuales”.

Sobre Carlos Ramón González y Luis Fernando Velasco, el presidente Petro no hizo mayor defensa. Simplemente se refirió a sus funciones, a las motivaciones para sus nombramientos y los antecedentes de sus relaciones. Por ejemplo, sobre González dijo: “Porque me acompañó en el tránsito de la vida armada a la lucha parlamentaria”. Y de Velasco, que “por sus capacidades realicé la designación”.
Existe una gran diferencia entre las fervientes defensas que el presidente Petro realiza en plazas públicas y en su cuenta de X sobre el Gobierno y sus funcionarios, y el tono del documento en el que apenas admite la existencia de transacciones oscuras entre el Congreso y el Gobierno, de las cuales fue testigo durante su paso por el Capitolio.
Las respuestas de Petro contrastan con las decenas de congresistas que están ya siendo investigados en la Corte Suprema de Justicia, pues en el documento afirmó que “la única estrategia es abordar el diálogo político, oír a los congresistas, discutir con ellos los proyectos nacionales y regionales, y los beneficios para sus regiones y su electorado. Persuadirlos de la favorabilidad que representa el cambio que prometí como programa de Gobierno”.