Tecnología
Cómo convertir archivos de forma segura sin perder la calidad ni exponer su información a filtraciones
Este proceso no está exento de riesgos, ya que elegir una herramienta inadecuada puede comprometer la privacidad o afectar la calidad del archivo resultante.


Hoy en día, la conversión de archivos se ha convertido en una importante función, especialmente para los usuarios de distintas áreas, como estudiantes y profesionales que trabajan con formatos específicos. Sin embargo, este proceso no está exento de riesgos, ya que elegir una herramienta inadecuada en línea puede comprometer la privacidad o afectar la calidad del archivo resultante.
Por ello, es esencial optar por soluciones seguras y confiables que garanticen la protección de los datos y mantengan la fidelidad del contenido original. Por fortuna, existen múltiples opciones para convertir archivos, desde plataformas en línea hasta programas instalables en el equipo. No obstante, no todas ellas ofrecen el mismo nivel de seguridad.
Algunos servicios en la web almacenan temporalmente los archivos en sus servidores, lo que puede exponer la información a filtraciones o accesos no autorizados. Por esta razón, antes de utilizar cualquier convertidor, el usuario debería verificar su política de privacidad y optar por el uso de herramientas que prioricen la seguridad del usuario.
De acuerdo con el blog de Kaspersky, la manera más segura de convertir archivos es hacerlo directamente en el dispositivo, sin recurrir a servicios en línea. De este modo, los datos permanecen bajo control y se minimiza el riesgo de filtraciones. Muchas herramientas del sistema y programas especializados permiten cambiar el formato de un archivo sin necesidad de conexión a Internet, garantizando mayor privacidad y seguridad en el proceso.

Para documentos de texto, hojas de cálculo y presentaciones, Microsoft Office ofrece opciones de conversión integradas. A través de los comandos de apertura y guardado, es posible transformar archivos en distintos formatos, como PDF, HTML o OpenDocument. Sin embargo, si no se cuenta con Office, alternativas como LibreOffice y OpenOffice también permiten realizar estas conversiones con una amplia compatibilidad de formatos.

En el caso de archivos de imagen, el proceso podría ser más sencillo. Windows permite convertir formatos con la herramienta Paint mediante la opción ‘Guardar como’. En macOS, la función ‘Acciones rápidas’ del Finder facilita la conversión de imágenes sin necesidad de abrir un programa adicional. Estas opciones son ideales para cambiar entre formatos comunes como PNG, JPEG y HEIF sin comprometer la calidad del archivo.
Para archivos más específicos, como audio y video, existen herramientas sin conexión de código abierto altamente recomendadas. De acuerdo con la compañía de ciberseguridad, HandBrake y Shutter Encoder podrían ayudar en los formatos de video, mientras que Audacity es considerada por ellos como una opción confiable para archivos de audio. ImageMagick, por su parte, facilita la conversión de imágenes en distintos formatos.
Además, FFmpeg y Pandoc son opciones avanzadas para quienes prefieren trabajar desde la línea de comandos. Al elegir un convertidor sin conexión, es fundamental asegurarse de que realmente opere de manera local y no envíe archivos a servidores externos.
Es importante tener en cuenta que aunque existen numerosas herramientas en línea y programas de escritorio que permiten convertir archivos de un formato a otro, no todas garantizan la seguridad de la información. Algunas plataformas en línea pueden almacenar archivos subidos a sus servidores, lo que implica un riesgo de filtración de datos.