Tecnología

Los problemas para la salud que puede causar el uso excesivo del celular; trucos clave para prevenirlos

Los expertos comparten consejos para reducir las distracciones, mejorar el bienestar general y usar la tecnología de manera más saludable.

Valentina Castañeda Sierra

Valentina Castañeda Sierra

Periodista en Semana

18 de abril de 2025, 7:04 p. m.
El celular no tiene que ser lo primero que toque al despertar ni lo último antes de dormir.
El celular no tiene que ser lo primero que toque al despertar ni lo último antes de dormir. | Foto: Getty Images

Uno de los grandes desafíos que ha traído el avance tecnológico es la adicción que dispositivos como el teléfono celular pueden generar en las personas. En los últimos años, la dependencia de estos aparatos ha aumentado considerablemente, ya que de ellos dependen numerosas tareas cotidianas, especialmente la comunicación, el acceso a la información y el entretenimiento.

El uso excesivo del teléfono celular puede acarrear consecuencias para la salud que, a menudo, pasan desapercibidas o no son completamente comprendidas. En este sentido, el psicólogo y docente universitario Juan José Soza, de Continental Florida University, sugiere algunos tips a tener en cuenta al usar pantalla.

Uno de los primeros aspectos a considerar es que, muchas veces, la adicción se desarrolla de manera silenciosa, activando mecanismos cerebrales que pueden llevar a una dependencia. Según el experto, “el celular satisface necesidades como la conexión social, la validación y el escape del aburrimiento. Cada notificación libera dopamina, generando un ciclo de recompensa muy similar al de otras conductas adictivas”.

El cuerpo del teléfono, especialmente si está fabricado con materiales como plástico o vidrio, puede sufrir daños por caídas o impactos fuertes.
Evita mirar la pantalla del celular al menos una hora antes de acostarse para asegurar un descanso de calidad. | Foto: Getty Images

Esta constante búsqueda de gratificación instantánea es precisamente lo que puede desencadenar ansiedad cuando el dispositivo no está cerca. Para muchas personas, resulta casi inconcebible estar sin el móvil, dado que esto les obliga a salir de su zona de confort, lo que genera una sensación de pérdida de control.

Aparte de los efectos negativos sobre la salud mental, el uso excesivo del móvil también puede impactar las relaciones sociales, ya que, al intentar generar vínculos interpersonales, la interacción se vuelve más compleja. Además, con la proliferación de las redes sociales, muchas personas caen en la trampa de la comparación.

En este contexto, Soza advierte que “exponerse continuamente a vidas idealizadas y editadas en redes sociales puede hacernos sentir que no somos suficientes. Esto alimenta la ansiedad y debilita la autoestima”.

¿Cómo controlar el uso del celular?

Más allá de controlar la cantidad de horas frente a la pantalla, es fundamental ser consciente de ciertos hábitos que deben modificarse para evitar que el uso del celular se convierta en un obstáculo para la salud, especialmente en el caso de los niños entre 2 y 5 años. Los expertos sugieren que la mejor práctica es limitar el acceso a los dispositivos en los más pequeños, y, si es necesario, establecer un tiempo máximo de una hora diaria.

El uso del celular genera una respuesta de dopamina en el cerebro.
El uso del celular genera una respuesta de dopamina en el cerebro. | Foto: Getty Images

Por otro lado, las notificaciones constantes son una de las principales razones por las que resulta difícil dejar de mirar el teléfono. Cada vibración o sonido atrae la atención, interrumpiendo tanto el trabajo como el descanso. Una recomendación es desactivar las notificaciones no esenciales y ajustar las alertas de las aplicaciones para que solo se reciban las más importantes. Igualmente, se puede optar por revisar el correo electrónico y las redes sociales en momentos específicos del día, evitando estar conectados todo el tiempo.

De igual forma, incorporar momentos de desconexión tecnológica en la rutina diaria es esencial. Salir a caminar, practicar deporte, leer un libro o meditar son actividades que no solo ayudan a controlar el uso del celular, sino que también contribuyen al bienestar físico y mental.