Tecnología
¿Plagio animado? “Ghiblificación”: La polémica por el uso de la estética Ghibli en generadores de IA
La “Ghiblificación” por IA desata críticas por replicar sin permiso el estilo de Studio Ghibli.


La posibilidad de transformar una imagen común en una escena digna del cine de animación japonés ha conquistado a miles de usuarios en redes sociales.
La nueva función de ChatGPT, desarrollada por OpenAI, permite recrear fotos y memes con una estética inspirada en Studio Ghibli, el icónico estudio de animación fundado por Hayao Miyazaki, creador de títulos como El viaje de Chihiro o Mi vecino Totoro.
“Me encantó el resultado”, dijo Janu Lingeswaran, un emprendedor residente en Alemania, tras convertir la imagen de su gato en una escena animada. “Estamos pensando en imprimirlo y colgarlo en la pared”.
Su entusiasmo fue compartido por muchos otros usuarios que aplicaron el estilo Ghibli a imágenes como el meme de la “Chica del Desastre” o fotografías de deportistas olímpicos.
Lo más leído
Pero este fenómeno viral, bautizado como “Ghiblificación”, ha encendido un intenso debate sobre derechos de autor, ética digital y el respeto al trabajo de los artistas.
¿Inspiración o explotación?
La polémica se centra en si los modelos de IA utilizados por OpenAI han sido entrenados con material de Studio Ghibli o con obras directamente vinculadas a Miyazaki.
“Una pregunta que plantea el arte de IA al estilo Ghibli es si el modelo de IA se entrenó con la obra de Miyazaki o de Studio Ghibli. Esto, a su vez, plantea la pregunta: ‘¿Tienen licencia o permiso para realizar ese entrenamiento?‘”, afirmó Josh Weigensberg, socio del bufete de abogados Pryor Cashman.

Hasta ahora, OpenAI no ha confirmado si cuenta con una licencia para utilizar dicho material. La empresa ha señalado que su modelo adopta un “enfoque conservador” para imitar estilos de artistas individuales.
“Añadimos un bloqueo que se activa cuando un usuario intenta generar una imagen al estilo de un artista vivo”, aseguró la compañía. No obstante, aclara que permite el uso de “estilos de estudio más amplios”, lo que ha sido interpretado como una puerta abierta a creaciones inspiradas libremente en la marca Ghibli.
Weigensberg explicó que el estilo en sí no está protegido por derechos de autor, pero advirtió: “En El castillo ambulante o El viaje de Chihiro, se podía congelar un fotograma de cualquiera de esas películas y señalar elementos específicos, y luego observar el resultado de la IA generativa y ver elementos idénticos o sustancialmente similares”.
Miyazaki: “Esto es un insulto a la vida misma”
El propio Hayao Miyazaki ha manifestado su profundo rechazo al uso de inteligencia artificial en el arte. En 2016, al presenciar una demo de IA que mostraba una criatura grotesca arrastrándose por el suelo, el director expresó su incomodidad.
“Le cuesta mucho incluso chocar los cinco; su brazo, con los músculos rígidos, no puede alcanzar mi mano. Ahora, pensando en él, no puedo ver esto y encontrarme interesante. Quienquiera que haya creado esto no tiene ni idea de lo que es el dolor”, dijo en referencia a un amigo con discapacidad.

Miyazaki fue contundente: “Creo firmemente que esto es un insulto a la vida misma” y aseguró que nunca incorporaría esta tecnología en sus obras.
La artista Karla Ortiz, demandante en un caso abierto contra generadores de imágenes de IA, también criticó duramente a OpenAI: “Eso es usar la marca de Ghibli, su nombre, su trabajo, su reputación, para promocionar productos (de OpenAI). Es un insulto. Es explotación”.
Ortiz reaccionó con mayor indignación al ver que incluso la administración del expresidente Donald Trump se sumó a la tendencia, publicando en redes una imagen estilo Ghibli de una mujer dominicana detenida por inmigración.
“Ver algo tan brillante, tan maravilloso como el trabajo de Miyazaki ser masacrado para generar algo tan repugnante”, escribió en sus redes. “Espero que Studio Ghibli los demande a muerte”.
Hasta el momento, el estudio japonés ha declinado comentar sobre el uso de su estética en estas aplicaciones. Pero la “Ghiblificación” ya ha dejado claro que las líneas entre homenaje, inspiración y apropiación siguen siendo borrosas en la era de la inteligencia artificial.
*Con información de AFP.