Ciencia
Un nuevo hallazgo astronómico pronostica un futuro amenazante para la Vía Láctea
El descubrimiento abre nuevas posibilidades para estudiar la evolución de las galaxias y los orígenes de la vida en el universo.

Un escalofriante atisbo de un posible destino para nuestra galaxia, la Vía Láctea, ha salido a la luz gracias al descubrimiento de una anomalía cósmica que desafía los límites de nuestra comprensión del universo. Un equipo internacional de astrónomos, dirigido por la Universidad CHRIST de Bangalore, ha logrado identificar una gigantesca galaxia espiral ubicada a casi mil millones de años luz de la Tierra, que alberga un agujero negro supermasivo con una masa miles de millones de veces superior a la del Sol. Este agujero negro alimenta chorros colosales de radio que se extienden a lo largo de seis millones de años luz de diámetro.
Este hallazgo constituye uno de los mayores conocidos hasta la fecha en cualquier galaxia espiral y, según los autores, refuerza la idea de que la evolución de las galaxias podría ser mucho más compleja de lo que se pensaba. La particularidad de estos potentes chorros, que hasta ahora se observaban casi exclusivamente en galaxias elípticas, plantea nuevas interrogantes sobre los procesos que rigen la dinámica galáctica.
Este descubrimiento abre también la posibilidad de que la Vía Láctea, en un futuro lejano, pueda generar chorros energéticos similares, cuyos rayos cósmicos, gamma y X podrían causar estragos en nuestro sistema solar. El aumento de la radiación podría poner en peligro la vida en la Tierra, incluso generando una extinción masiva.

Un replanteamiento de la evolución de las galaxias
“Este hallazgo va más allá de una simple anomalía: nos obliga a reconsiderar las teorías sobre cómo evolucionan las galaxias y cómo los agujeros negros supermasivos crecen en ellas y transforman sus entornos”, expresó el profesor Joydeep Bagchi, autor principal de la investigación y académico de la Universidad CHRIST de Bangalore.
Si una galaxia espiral no solo puede sobrevivir, sino prosperar en condiciones tan extremas, surge la pregunta de qué implicaciones podría tener para el futuro de galaxias como nuestra propia Vía Láctea. ¿Podría nuestra galaxia experimentar algún día fenómenos similares, cuyos efectos podrían amenazar la supervivencia de la vida tal como la conocemos?
El estudio, publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, desentraña la estructura y evolución de la galaxia espiral 2MASX J23453268-0449256, que posee tres veces el tamaño de la Vía Láctea. Mediante observaciones obtenidas con el Telescopio Espacial Hubble, el Radiotelescopio Gigante de Ondas Metrales, el Atacama Large Millimeter Wave Array, y análisis de múltiples longitudes de onda, los investigadores identificaron un gigantesco agujero negro supermasivo en su núcleo y chorros de radio entre los más grandes conocidos en una galaxia espiral. Este fenómeno es extremadamente raro.
Tradicionalmente, los científicos habían sostenido que la actividad violenta generada por estos enormes chorros de agujeros negros alteraría la delicada estructura de una galaxia espiral. No obstante, en contra de todo pronóstico, 2MASX J23453268-0449256 ha logrado mantener su estructura tranquila, con brazos espirales bien definidos, una barra nuclear luminosa y un anillo estelar intacto, mientras alberga uno de los agujeros negros más extremos jamás observados en un entorno de estas características, como informa en un comunicado la Royal Astronomical Society (RAS).

Para aumentar el misterio, la galaxia está rodeada por un vasto halo de gas caliente, emisor de rayos X, que ofrece información clave sobre su historia. A medida que este halo se enfría, los chorros del agujero negro actúan como un horno cósmico, impidiendo la formación de nuevas estrellas, a pesar de la abundante materia disponible para su generación.
Pistas sobre la materia oscura
El equipo de investigadores también ha descubierto que J23453268-0449256 contiene diez veces más materia oscura que la Vía Láctea, lo cual resulta crucial para la estabilidad de su disco de rápida rotación. Al desvelar un equilibrio sin precedentes entre la materia oscura, la actividad de los agujeros negros y la estructura galáctica, los expertos afirman que este estudio abre nuevas fronteras en astrofísica y cosmología.
“Comprender estas raras galaxias podría ofrecer pistas vitales sobre las fuerzas invisibles que rigen el universo, incluyendo la naturaleza de la materia oscura, el destino a largo plazo de las galaxias y el origen de la vida”, concluyó el coautor Shankar Ray, estudiante de doctorado en la Universidad CHRIST de Bangalore.
*Con información de Europa Press