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A este pueblo se le conoce como la “perla azulina del oriente antioqueño”, destino de gran valor histórico y cultural
Esta población es conocida como la cuna de la cerámica artesanal.

El oriente es una de las nueve subregiones en las que se divide el departamento de Antioquia. En esta zona se encuentran 23 municipios, cada uno de ellos con unos encantos especiales que vale la pena conocer en un viaje por esta región del país.
A un poco más de una hora de Medellín, por ejemplo, se encuentra Carmen de Viboral, una población que tiene cerca de 60.000 habitantes y en donde se disfruta una temperatura promedio de 18 grados centígrados. Es un municipio al que se le reconoce por la producción de artículos de cerámica; tiene unos encantos naturales imperdibles, que se complementan con la amabilidad de su gente.
El portal Puebliando por Antioquia señala que en este punto destacan sus montañas, que se enmarcan en un lindo paisaje. Allí, además, es posible disfrutar la cotidianidad de un pueblo en donde callejear y sentarse en el parque hasta que la tarde caiga es un plan imperdible, no solo para sus habitantes, sino para quienes llegan de visita.
El portal Turismo Antioquia Travel indica que a esta población se le conoce como la “cuna de la cerámica artesanal”, pero también como “la perla azulina del oriente”.
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Este municipio les ofrece, a propios y visitantes, la posibilidad de gozar espacios de valor histórico y cultural, representado en sus calles y parques. Estos se han intervenido con elementos cerámicos que permiten difundir esta tradición, que por más de 120 años se ha mantenido viva en las manos de los artesanos y en la memoria de la comunidad.

Se dice que este lugar se ha convertido en un referente de la cultura de la región, desarrollando eventos de gran importancia, y propiciando espacios transformadores a través del arte y la cultura.
Sitios de interés
Dado que una de sus fortalezas es la producción de artículos en cerámica, uno de los puntos para visitar es la Locería Júpiter.
El plan es hacer un recorrido por los hornos y las chimeneas que están aún en pie, como si estuvieran resistiéndose a desaparecer; una actividad que permite conectarse con la historia de la tradición cerámica y entender por qué ha sido el eje del desarrollo de este municipio.
Una visita a este lugar también permite generar un vínculo especial con las formas más autóctonas de transformar la cerámica.

También se puede dar un paseo por las calles de la Cerámica y la de las arcillas, donde se puede apreciar mosaicos hechos con recortes de piezas cerámicas que adornan las fachadas de las casas y los locales comerciales. De igual manera, es infaltable visitar el paseo del ángel y llevarse un recuerdo fotográfico de este lugar.
Como se mencionó, Carmen de Viboral es un destino muy relacionado con la cultura y el teatro que hacen parte de su esencia. Esta tradición cultural hace que sus habitantes disfruten festivales y temporadas constantemente y durante todo el año.
Encantos naturales
La magia natural de este destino es otro de los factores que enamora a quienes se atreven a descubrirlo. Por ejemplo, uno de sus grandes atractivos es que en sus entrañas nace el río Melcocho, un afluente de agua cristalina y esmeralda, perfecto para refrescarse o simplemente sentarse en su orilla para disfrutar de su belleza.