Turismo
Atención viajeros: suspenden actividad turística en una de las playas más populares de Brasil, ¿qué pasó?
La decisión se tomó con el objetivo de proteger el ecosistema de esta zona también conocida como el “Caribe brasileño”.

Brasil es uno de esos destinos conocidos a nivel mundial por sus hermosas playas de aguas cristalinas y paisajes paradisíacos. Este país sudamericano ofrece una diversidad costera capaz de enamorar a cualquier visitante.
Sin embargo, recientemente se conoció la suspensión de actividad turística en una de las playas más populares de este destino, visitada principalmente por viajeros argentinos.
Se trata de Lagoa Azul, ubicada en la Praia de Antunes, en Maragogi, al noreste de Brasil, donde se encuentra una de las mayores barreras de coral del mundo.
De acuerdo con el juez Andrés Granja, de la Justicia Federal del estado de Alagoas, la medida se tomó por “el uso indebido de áreas protegidas”, lo que representa un riesgo significativo para “el equilibrio ecológico, la biodiversidad y la calidad de los recursos naturales, afectando directamente la salud y el bienestar de las comunidades humanas”.
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La decisión judicial responde a una acción que presentó el Ministerio Público Federal (MPF) en la que cuestionó la legalidad de un decreto municipal de 2022 que permitía la exploración turística de la zona, también conocida como el “Caribe brasileño”, según informó la agencia de noticias ANSA Latina.

En este contexto, el juez federal que decretó la medida cautelar destacó la incompatibilidad de las actividades con los estándares ambientales del Área de Protección Ambiental (APA) Costa dos Corais, la mayor unidad de conservación marina de Brasil, creada en 1997.
De esta manera, el juez Granja reiteró que se le estaba haciendo un daño irreparable a una de las zonas más cuidadas y respetadas del país, pues la APA Costa dos Corais (Costa de los Corales) abarca 120 km de costa entre Tamandaré (estado de Pernambuco) y Maceió (capital del estado de Alagoas), siendo el refugio de una gran biodiversidad que incluye especies amenazadas como el manatí y diversas tortugas marinas.
Esto es lo que no se puede hacer en la playa de Brasil
En vista de que el decreto municipal original anterior permitía, por ejemplo, el anclaje de 40 lanchas diarias y la visita de tres catamaranes, el juez determinó que esta práctica estaba causando un daño irreparable en la fauna y la naturaleza de este lugar, por lo que dio a conocer las medidas que se tomaron en el Tribunal relacionadas con la playa de Lagoa Azul:
- La revocación de los permisos que autorizan actividades turísticas en la zona.
- Refuerzo de la fiscalización o inspección por parte de los órganos competentes, con acciones preventivas durante los próximos tres meses.

- Campañas de concientización para informar a la población sobre la suspensión de las actividades turísticas en la zona, bajo pena de multas diarias en caso de incumplimiento.
Antes de tomar esta decisión en la zona también existía la prestación de algunos servicios comerciales, como buceo y fotografía, sin la necesidad de realizar estudios técnicos previos ni consultar al Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad (ICMBio), que es el encargado de gestionar la APA Costa dos Corais, según se dio a conocer en el juzgado.
Ante esta situación y tras realizar varios estudios, que fueron citados en el fallo, se mencionó que “el anclaje de embarcaciones con la consecuente contaminación que provocan, el pisoteo de los visitantes y la alteración de la fauna local” estaba afectando en gran medida los arrecifes de coral, comprometiendo tanto su salud actual como su capacidad para lograr recuperarse en un futuro.